- La Guardia Civil acaba de alertar de que su presencia puede causar la muerte de nuestro perro y ser muy peligroso para los más pequeños.
- Esta oruga es muy tóxica y hay que aprender a identificarla para no tener ningún contacto con ella. La reacción alérgica principal es la aparición de granitos pequeños acompañados de escozor y picor.
- No es primavera y ya hay plaga por las temperaturas tan cálidas que hemos vivido en el invierno y en el otoño.
La Guardia Civil acaba de alerta de que la llegada de la primavera acelera la aparición de la oruga procesionaria, una de las que mayores plagas de nuestro país. Proviene de los pinos fundamentalmente. Lo más importante para evitar una picadura (aunque como tal no lo sea ya que no pican, sólo son tóxicas por contacto) es poder identificarlas.
Lo más característico, aparte de su color naranja negruzco, es que se mueven en fila, unas detrás de otras. Esto no es más que un mecanismo de defensa contra los pájaros, que desde el cielo lo único que ven es algo alargado que confunden con ramas.
Las orugas procesionarias son más tóxicas que otras. Su cuerpo está recubierto de pelos que, al entrar en contacto con la piel, inoculan una especie de veneno, liberan unas toxinas que provocan una reacción alérgica.
Los expertos señalan que la reacción alérgica fundamental es en forma de granitos, con inflamación de la zona, rojeces, que producen picor y escozor. En este caso lo primero que hay que hacer es aplicar hielo.
Sólo es necesario acudir al médico cuando se producen abones o hay algún tipo de malestar o hinchazón en cuello o cara. En estos casos, lo normal es que el médico suministre urbasón al paciente.
La reacción alérgica aparece inmediatamente al contacto con la piel. Y desaparece, en condiciones normales y con una rápida aplicación del tratamiento, en uno o dos días.
También hay que tener mucho cuidado con los perros. Se suelen sentir atraídos por ella y no dudan en lamerlas y metérselas en la boca.
El perro que ha sido intoxicado por la oruga se muestra muy inquieto, saliva de manera desproporcionada, tiene la lengua hinchada, se roza el morro con las patas, intenta beber agua y no puede… Son alguno de los síntomas, ante los cuales hay que acudir urgentemente al veterinario.
Con solo olfatearla o lamerla el resultado puede resultar mortal. Causaría una necrosis de parte de la lengua. Si la infección llega a la laringe puede morir por asfixia.
En caso de que su mascota resulte envenenada por una procesionaria debe lavarle inmediatamente la boca con agua templada, lo que no excluye que acuda con la mayor celeridad al veterinario.
El médico le suministrará al perro corticoides en vena que frenarán las secuelas. Si no se le lleva urgentemente, la inflamación de la lengua bajará, pero el daño ya está hecho, y probablemente se le necrosará el tejido afectado
Cada una tiene 500.000 flechas envenenadas para defenderse
El simple contacto con ella puede ser muy peligrosa para el hombre y muy tóxica para los animales domésticos, según los expertos.
El principal foco de procesionaria se concentra en las plantaciones de pinos, abetos y cedros. El peligro para humanos y animales lo entraña su curioso mecanismo defensivo. Cada procesionaria posee cerca de 500.000 tricomas, una especie de dardos o flechas envenenadas que recubren su cuerpo y sueltan cuando se sienten amenazadas. Por esta razón, el contacto con una de ellas produce dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas o urticaria como sarpullidos, erupciones e, incluso, problemas respiratorios.
Miles de tricomas cubiertos de veneno que se desprenden además con suma facilidad y se dispersan por el aire, lo que hace que no sea necesario tocarlas para sufrir sus efectos.