Las cotorras aparecieron en la década de los 90 y ahora están adueñándose de Sevilla y sus parques. El número de aves de esta especie invasiva se ha incrementado un 50 por ciento en tan solo 2 años. Un incremento que alerta a los responsables de la Consejería de Medioambiente y también del Ayuntamiento sevillano. Ambas instituciones trabajan de forma conjunta. Y tienen mucho que hacer.
El último informe desvela que la situación es ya “de riesgo”, especialmente en el parque de María Luisa y en la zona de la Cartuja. La población de las cotorras Kramer se ha disparado y están fracasando todos los métodos de control a través de las capturas. Un sistema que no está funcionando. Manuel Gutierrez, técnico del equipo zoosanitario de Sevilla.
Actualmente el número de nidos en el parque de María Luisa se ha incrementado un 50 % en tan solo 2 años. Se estima que actualmente son unos doscientos cincuenta ejemplares los que se han adueñado de este espacio verde y que podría alcanzar las 2.000 cotorras.
Daños medioambientales
De momento la especie más afectada por la voracidad de la cotorra Kramer es el murciélago Nóctulo gigante, especie protegida y que se encuentra en riesgo de desaparición. Y es que el número de nidos de murciélago ha descendido en un 60% en tan solo dos años. Ahora se teme por esta especie, importante para el medio ambiente.
Pero no es la única víctima de la cotorra. También está acabando con el cernícalo primilla, en diferentes puntos de la ciudad. A esto hay que añadir que la cotorra también deteriora los árboles, causando riesgo para la seguridad del viandante.
A esto añadan que la cotorra puede transmitir enfermedades a las personas, por lo que también hay que añadir un riesgo para el ser humano.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas está dando algunas directrices para poder ganar esta batalla que Sevilla mantiene con las cotorras. En su listado de recomendaciones se descarta la destrucción de nidos, ya que se tardaría hasta 17 años en llegar a una solución. Tampoco funciona el suministro de sustancias químicas para reducir la fertilidad de estas aves. Asimismo ha fracasado la captura y el sacrificio de las mismas.
La mejor recomendación que ha encontrado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas pasa por la contratación de una empresa experta en cazar estas aves. Para ello se han acotarán zonas por seguridad en distintos días durante los próximos meses.
Es ésta, de momento, la unión solución de urgencia para intentar salvar las especies autóctonas que están poniendo en peligro las cotorras Kramer. Un problema que también tienen en Málaga.
Málaga, paraíso de las cotorras
En 2015 la organización SeoBirdLife contabilizó un total de 2.468 ejemplares de cotorra argentina y 839 nidos en la provincia
El Ayuntamiento de Málaga, que ya ha recibido numerosas quejas de vecinos por el ruido que generan estos animales, pidió en el pleno del pasado 26 de enero a la Junta de Andalucía más ayuda para atajar el problema – La Junta de Andalucía afirma que no tiene competencias en el asunto pero no descarta colaborar con el Ayuntamiento
Echaron a especies tan autóctonas como el gorrión y se han instalado en parques y paseos haciendo suya la ciudad. Se caracterizan por su insistente canto, que solo cesa cuando se van a dormir, algo que hacen hacinadas en grandes nidos, de decenas de kilos de peso que podrían suponer un peligro para los viandantes.
La cotorra argentina llegó siendo una mascota a comienzos de la década de los 80 y hoy se ha convertido en uno de los principales problemas del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, que en el pleno del pasado 26 enero propuso una moción en la que pedía a la Junta de Andalucía un papel «más activo» en la gestión y control de estas coloridas aves. La Delegación de Medio Ambiente de la Junta, por su parte, respondió a esta petición afirmando que todas las competencias corresponden al Consistorio y que las normas que establecen en torno a la regulación de estos animales «son orientativas». Asimismo, aseguran que estudiarían colaborar con la corporación municipal si se lo solicitan.
«Hay muchísimas. Málaga está inundada», explica la presidenta de la Asociación de vecinos de Churriana, Inmaculada Viñolo, que hace aproximadamente dos años fue testigo de la eliminación de dos nidos de gran tamaño en las inmediaciones del colegio Ciudad de Jaén. La vecina señala que los principales problemas que presentan este tipo de pájaros procedentes de las zonas templadas y subtropicales de Sudamérica son su hambre voraz, el ruido que generan y su rápida reproducción. «Se asientan en cualquier lugar donde hay árboles con frutos y se los comen y además atacan», explica Viñolo que insiste en que la falta de alimentos ha provocado que especies como los gorriones hayan desaparecido.
Según el informe de la Asociación SeoBirdLife en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en 2015 Málaga era la tercera ciudad de España más afectada por este tipo de especie, solo por detrás de Madrid y Barcelona, y cifró en 839 el número de nidos y en 2.468 el número de ejemplares que había en la provincia . Zonas como la Alameda de Colón o el Paseo del Parque son solo algunos de los espacios que han sido conquistados por estas aves que, año a año, van incrementando su población. «En el Parque de Málaga en el año 2000 no había ninguna y ahora lo han ocupado de forma total», asevera el profesor de Biología en la Universidad de Málaga y miembro de la asociación, Antonio Román.
Para la responsable de la protectora de animales de la capital, Carmen Manzano, el apetito de estos animales es uno de los principales problemas para el resto de pájaros de la ciudad. «No son violentos pero sí es cierto que son animales muy voraces y el hecho de que se reproduzcan tan rápido no ayuda», explica. Para ella, la solución no está en acabar con estos animales sino en verter pienso anticonceptivo. La razón del incremento de este tipo de pájaros, explica, podría estar en la «desnaturalización de la fauna», que también afecta a otras especies como las gaviotas que han ocupado vertederos o parques.
La llegada a la ciudad
Los primeros rayos de sol las despiertan e inician su día. «A las seis de la mañana hacen un ruido que no se puede soportar», dice Ramón Ríos, miembro de la Asociación de Vecinos Parque Litoral. Por su parte, la presidenta de la Asociación de vecinos El Palo, Mercedes Pirez, afirma que a pesar de que ha notado un incremento del número de cotorras argentinas en el paseo marítimo o en las palmeras que componen la zonas verdes de la playa, «noto más la presencia de las palomas». «Es cierto que las cotorras hacen ruido pero más ruido hacen los coches», se queja.
Hay muchos tipos de teorías sobre cómo llegaron las cotorras a Málaga. Inmaculada Viñolo dice que hay rumores de que tras el cierre del parque ornitológico que había en El Retiro dejaron escapar a varios ejemplares de estas aves.
«Las cotorras argentinas están aquí porque las trajeron para venderlas como animal de compañía», explica el biólogo Antonio Román que añade que, por descuido o de forma voluntaria, estas aves pasaron a formar parte del paisaje de la ciudad. «Se trata de una especie que no tiene predadores y que están criando prácticamente todo el año», dice Román, que lleva años trabajando en el estudio de estas aves. El experto sostiene que se debe actuar con rapidez especialmente en zonas con árboles frutales como Coín donde «podrían causar importantes daños económicos». En 2016, las colonias más numerosas como las que hay Carranque o en el Campo de Golf, siguieron creciendo y «en el Parque de Huelin suelen concentrarse más de 300 aves a diario». El Real Decreto 630/2013, del 2 de agosto, establece que la cotorra argentina está incluida en el catálogo español de especies exóticas invasoras suponiendo una de las más graves amenazas para la conservación de la biodiversidad. También están en esta lista otras especies como la cotorra de kramer, que el pasado año sumaron un total de 65 en la capital, 15 en Vélez-Málaga. También se detectaron algunos ejemplares en Fuengirola o Marbella. «Con la cotorra de kramer estaríamos a tiempo de actuar», comenta Antonio Román, que contabilizó en 2016 un total de 39 aves exóticas diferentes en la provincia, entre las que se encuentran algunos ejemplares procedentes de África, además de invertebrados como el mejillón cebra, el mosquito tigre o el picudo rojo de las palmeras.
La cotorra argentina
Una especie fuerte capaz de adaptarse al entorno
La cotorra argentina, también conocida como Myiopsitta monachus, proviene de las zonas más templadas y cálidas de Sudamérica. Son considerados animales muy inteligentes que desarrollan la mayor parte de su vida en sociedad pudiendo construir nidos en los que duermen hasta 20 parejas junto a sus crías. Viven entre 15 y 20 años y se adaptan fácilmente a cualquier entorno.
Ficha
- Se reproducen durante todo el año
Al contrario de lo que pueda suceder con otras especies de aves, la cotorra argentina es capaz de reproducirse durante todo el año, según afirma el biólogo Antonio Román. - Hacen mucho ruido en la ciudad
El Ayuntamiento ya ha recibido varias quejas de vecinos alertando sobre la gran cantidad de ruido que hacen estos pájaros. - Comen todo tipo de alimentos
Aunque en un principio son considerados como hervíboros, estas aves son capaces de comer cualquier alimento generando importantes daños en el campo y provocando la desaparición de especies como el gorrión. - Son especies invasoras
El Decreto 630/2013 establece que la cotorra argentina está incluida en la lista de especies invasoras al igual que la cotorra de kramer.
Piden solución integral para erradicar las cotorras en Hortaleza (Madrid)
Un sonido como de selva tropical invadió por unos segundos la sala de plenos de la Junta de Hortaleza el pasado martes. Los vecinos de Manoteras habían grabado la escandalera que forman 24 horas al día las cotorras argentinas que han invadido el barrio, cuya erradicación definitiva solicitaban. Como explicó Juana, portavoz de la Asociación de Vecinos de Manoteras, “desde hace un año venimos soportando el ruido, las molestias de seguridad y salud pública” que provocan los enormes nidos de las cotorras, que se han instalado en los árboles de Alicún y Somontín.
En noviembre pasado, reconocen, el Ayuntamiento retiró varios nidos que cientos de kilos alojados en las copas de varios cedros, pero la actuación no ha servido para nada. “Ahora hay más ruido, las cotorras están enloquecidas, están destrozando los árboles cercanos para hacer otro nido”. De hecho sólo hay que darse una vuelta por el barrio para ver la actividad frenética de estos pájaros exóticos, considerados especie invasora, mientras trasportan ramitas y material para hacer nuevos nidos.
Por esta razón, piden una actuación integral: el coordinador del Distrito, Luis Mora, recordó que es competencia de la Comunidad de Madrid un plan regional contra estas especies invasoras, ya que aunque se eliminen de la capital, siguen anidando en zonas naturales del entorno. No sólo se trata de eliminar los nidos, piden, sino de meter a los animales en jaulas y llevárselos a otro lugar: los vecinos proponen incluso “fletar un avión y que los devuelvan a su hábitat”.