EL VERANO ES LA ÉPOCA PROPICIA PARA LA GARRAPATA Y QUE AFLORE LA ENFERMEDAD DE LYME
El doctor Tinao arroja luz sobre una patología tan confusa que se la conoce como «la gran simuladora», camuflada bajo un manto de síntomas. Afirma que hay pacientes desesperados. «Hasta un 25% de los que sufren una picadura no estaban directamente expuestos», expone
Cada vez son más los excursionistas que regresan del campo o de la práctica de un deporte al aire libre y se encuentran con un duro trance: fibromialgia, fatiga crónica, trastornos neurológicos… El buen tiempo, además, es un mal aliado para la conocida (y archidesconocida, al mismo tiempo) como enfermedad de Lyme, la misma que apartó a la cantante Avril Lavigne casi un año de la primera línea del panorama artístico y que provocó su irrupción bañada en lágrimas en televisión confesando que había padecido esta dolencia. Se transmite por la picadura de una garrapata y en Estados Unidos provoca hasta 15.000 nuevos diagnósticos al día. En nuestro país, no obstante, el paciente aún recorre una coreografía de sinsabores y consultas hasta que llega a un abordaje terapéutico óptimo. Además, el propio ciudadano contribuye a un mal y retardado diagnóstico al pasar por alto y soslayar algunas picaduras (graves) de insectos.
Arroja un poco de luz y responde sobre esa odisea sanitaria el doctor José Francisco Tinao,director médico de la Clínica Medicina Integrativa, cuando acaba de tratar a varios pacientes «desesperados» por una patología a la que no en vano se le identifica como «la gran simuladora».
—Somos unos grandes desconocedores de esta enfermedad de Lyme. Díganos, ¿cuál es su sintomatología? ¿A qué primer síntoma tendríamos que alertarnos?
España, como país agrícola y en el que se va al campo y la montaña, está en riesgo
—La enfermedad de Lyme (borreliosis) es una enfermedad infecciosa multisistémica producida por una bacteria del género Borrelia y trasmitida por diferentes tipos de garrapata, que presenta una sintomatología variadísima; de hecho, algunos autores la rebautizan como la «gran simuladora» porque puede observarse con una pléyade de síntomas que van desde problemas cutáneos especialmente en las fases iniciales tras la picadura de la garrapata, a síntomas reumatológicos, neurológicos y cardiacos años después, porque es una infección que cursa en fases cíclicas.
Se debe acudir en fase aguda cuando se tiene la conciencia de haber sido picado por una garrapata, y desde luego si va acompañado de una lesión cutánea típica que es una zona enrojecida (eritema migrans) con un halo alrededor. Es mucho más complicado para los pacientes poder relacionar síntomas crónicos con Lyme por lo que hemos señalado de «simuladora» de otras enfermedades. Por ejemplo, algunos pacientes inicialmente diagnosticados de fatiga crónica tienen Lyme realmente, y así en otros casos.
—¿Hay datos de la prevalencia en España?
—En España la borreliosis no es enfermedad de declaración obligatoria y eso de entrada limita conocer la realidad epidemiológica: nuevos casos y casos totales. Esta situación en primer lugar provoca que los médicos piensen poco en la posibilidad de la Borrelia como potencial causa de enfermedad –a no ser que exista una clara identificación de contacto–, y retrasa el diagnostico en la mayoría de los casos. Algunos estudios señalan que en los Estados Unidos Lyme es una de las principales infecciones por frecuencia de casos, y en Europa Central es un cuadro emergente.
—Normalmente, cuando pensamos en una garrapata la asociamos a mascotas y creemos que son sus dueños la única población que se expone a una dolencia como la enfermedad de Lyme. ¿Es así?
—La infección se adquiere al ser picados por una garrapata (hay diversos tipos de garrapatas) y trasmite la bacteria Borrelia. Ahora sabemos que además suele inocular otras bacterias asociadas y poco conocidas hace años. Cualquier circunstancia que lleva a entrar en contacto con garrapatas facilita la posibilidad de ser infectados por la picadura del vector.
—Pero desde su clínica están ustedes advirtiendo a la población que gusta de hacer excursiones al campo y practicar deportes al aire libre por el buen tiempo, ¿por qué, qué riesgo corren?
—Todas las personas que realizan frecuentes excursiones al campo, están en ámbitos rurales y agrícolas (cerca de ganadería), excursionistas o aquellos a los que les gusta explorar cuevas o visitar bosques o acampar, tienen más posibilidades. Pero se calcula que hasta un 25% de las personas que sufrieron una picadura no estaban directamente expuestas. Esto no debe crear alarma, sino al contrario, saber y tomar precauciones sosegadas.
—En 2011 se observó una tendencia creciente en España por las temperaturas más altas y la africanización del clima de la Europa mediterránea, así que nuestro país estaba más expuesto a esta plaga. También se mantuvo que debido al cambio climático, las enfermedades que transmiten estos parásitos han aumentado un 300% en los últimos 20 años. ¿Qué circunstancias influyen más para que la incidencia aumente y estemos, por lo tanto, en mayor riesgo?
—España es un país agrícola, a la gente le gusta salir e ir al campo, a la montaña a los bosques, acampar, hacer excursiones. El verano y la primavera son épocas más propicias porque el vector (garrapata) y las bacterias también tienen ciclos vitales de mayor virulencia.
Garrapata, cuya picadura provoca esta dolencia que en Estados Unidos causa 15.000 nuevos diagnósticos al año
abc
—En Estados Unidos se hizo muy conocida esta patología porque la cantante Avril Lavigne declaró padecerla. ¿Por qué en EE.UU. están tan en alerta y concienciados respecto a esta dolencia?
Se llama así porque fue en Lyme (EE.UU.) donde se hallaron casos en jóvenes
—La enfermedad de Lyme se denomina así porque fue en Lyme (una ciudad de los Estados Unidos), donde por primera vez se identificaron casos en un grupo de jóvenes que habían sido diagnosticado de artritis reumatoide juvenil. Ellos y otros países de Centroeuropa, como Alemania, están más concienciados. Cuando a una persona pública o mediática le afecta algún tema siempre hay impacto social. Debe servirnos como instrumento de educación al público y toma de conciencia.
—Usted ha comprobado en persona en la clínica cómo varios pacientes habían saltado de consulta en consulta hasta que supieron qué les ocurría con exactitud. ¿Qué está ocurriendo, cuáles son las trabas que se están encontrando?
—Mi preocupación es científica y médica. Son personas con diagnósticos previos de síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, cuadros reumatológicos (artromialgias…) o trastornos neurológicos y/o psiquiátricos (ansiedad). Sus síntomas no cuadran con los habituales de enfermedades concretas, ellos se desesperan y desesperan a sus médicos. Simplemente el retraso en el diagnóstico y el sufrimiento de estas personas es algo que es importante paliar y evitar. Ante determinadas situaciones clínicas los médicos debemos poner en la lista del diagnóstico diferencial la posibilidad de que nuestros pacientes padezcan Lyme. Y si se confirma el diagnóstico, tratarlo bajo criterios rigurosos, como siempre debe hacerse en medicina.
—¿Tenemos recursos suficientes para abordar la enfermedad?
—Claramente sí. Lo primero es una buena historia clínica y una confirmación con un análisis de sangre.
—¿Cuál es el tratamiento óptimo y por cuánto tiempo se prolonga?
—Es un tratamiento que dependerá del momento y la fase de la enfermedad. No es lo mismo en fases precoces que en el denominado Lyme crónico. En estos casos el tratamiento puede ser más prolongado y debe ser integral: nutrición adecuada y apoyo psíquico porque todo cuenta. Hay que hacer controles periódicos, como en otras enfermedades.