MOSQUITO TIGRE: DE ESPECIE INVASORA A «VECINO MOLESTO»
Llegó hace once años camuflado entre neumáticos y se ha instalado para siempre en nuestro país
Vino del sudeste asiático, viajando como polizón entre neumáticos y ya lleva once años entre nosotros. El mosquito tigre (Aedes albopictus) no ha venido a España de visita, sino para quedarse. Los expertos en control de plagas tienen claro que esta especie, mucho más agresiva que el mosquito común y transmisora de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla o el chikunguña, no está de paso y ello les preocupa, sobre todo por su elevada capacidad colonizadora –se ha extendido por todo el corredor mediterráneo, algunas zonas del norte de España, Mallorca y ya ha llegado a Andalucía–.
Cataluña fue su primer destino –en 2004 se detectó en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) el primer ejemplar– aunque desde allí se ha extendido como una gota de aceite hacia el resto de España. Lo ha hecho, principalmente, «viajando en el interior de los vehículos», según explica a ABC Sandra Talavera, del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) –por sus siglas en catalán–. En Europa, este resistente mosquito, considerado como una de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo, se ha instalado en zonas de clima cálido y húmedo, aunque su «gran adaptabilidad al entorno» ha hecho que aparezcan también ejemplares en países como Suiza, donde las temperaturas no son las habituales de su hábitat.
Capacidad de adaptación
«Durante estos años de convivencia con la especie hemos podido comprobar que tienen capacidad de adaptarse al entorno y que son difíciles de controlar», apunta la investigadora. Precisamente por ello, los expertos han optado por replantear el enfoque de la enfermedad. «Cuando detectamos el primer ejemplar hablábamos de erradicación; ahora las estrategias se basan en evitar una propagación descontrolada», dice en declaraciones a ABC el director de Protección de la Salud de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, Lluís Picart. «Antes era una especie invasora, ahora ya convive con las especies autóctonas y ha pasado a ser más bien un vecino molesto», afirma Picart. Controlar la expansión del mosquito tigre es complicado ya que, a diferencia del mosquito común (Culex pipiens), que se reproduce en entornos naturales como lagos, humedales o marismas, el tigre procrea en ámbitos urbanos y privados, lo que «imposibilita acciones contundentes por parte de las autoridades sanitarias», afirma la investigadora del CReSA.
La única vía de control son las medidas preventivas. Por este motivo, las autoridades municipales han intensificado las campañas destinadas a concienciar a los ciudadanos sobre cómo evitar su aparición y proliferación. Se trata de consejos rutinarios y fáciles de aplicar como evitar tener agua estancada en los patios o jardines. «No hace falta que sea una gran cantidad de agua, con poca es sufiente», precisa Talavera. Subraya que una de las peculiaridades de este insecto, la que le hace más resistente, es que se reproduce a través de un curioso ciclo: pone los huevos en pequeños depósitos de agua (en un tiesto, un dominuto charco…), éstos tienen la particularidad de que resisten la desecación y las temperaturas más bajas, y, finalmente, pasado un período de aletargamiento que puede ser de varios meses, eclosionan cuando vuelve a llover.
«Si te pica de día, es tigre»
Ésta no es la única característica que le distingue del mosquito común. Su aspecto y sus hábitos también marcan diferencias: pesenta una línea blanca central que cruza la cabeza y el tórax longitudinalmente –de ahí la denominación de tigre– y pica durante el día. «Si un mosquito nos pica y no es de noche, muy probablemente será tigre», aclaran portavoces del CReSA.
El foco está puesto sobre las hembras, que son las que se alimentan de sangre durante la fase reproductiva. Esa circunstancia las convierte en potenciales transmisoras del dengue o la chikunguña. Por ese motivo, el Centro de Investigación en Sanidad Animal, en colaboración con la Agencia de Salud Pública de Cataluña, han puesto en marcha un dispositivo de vigilancia del mosquito como posible vector de enfermedades. «Intentamos determinar la capacidad de infección de los mosquitos que hay aquí para evitar que si hay alguna persona que ha importado la enfermedad porque ha viajado al extranjero, podamos evitar la aparición de un brote», apunta Lluís Picart. Aclara que en Cataluña, la comunidad más afectada por la llegada de esta especie, «no ha habido brotes ni de dengue ni de chukunguña, solo casos importados». Según datos de la Agencia Catalana de Salud Pública, en 2014 se declararon 63 casos de chukunguña y 41 de dengue, aunque «ninguno era autóctono». «El dispositivo de prevención de brotes que hemos activado consiste en, cuando se declara un caso, capturar varios ejemplares de la zona y comprobar si hay presencia de virus», dice Picart. Hasta ahora ninguno de los mosquitos analizados ha dado positivo.
El epidemiólogo del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, explicó que tanto el dengue como el chukunguña son enfermedades que «en raras ocasiones producen cuadros graves en quienes las padecen, sobre todo si proceden de casos importados». Según Trilla, la chukunguña produce un cuadro de dolor articular y fiebre parecido al del la gripe. En el caso del dengue, las manifestaciones son fiebre y erupción cutánea. «En las dos enfermedades el tratamiento es sintomático, con paracetamol», asegura el epidemiólogo.
Seis claves para reconocerlo
¿De dónde viene? Es originario del sureste asiático y se detectó en Cataluña por primera vez el verano de 2004.
¿Qué aspecto tiene? Se reconoce por las rayas blancas en la cabeza, el cuerpo y las patas. El mosquito adulto mide entre 2 mm y 10 mm.
¿Dónde se reproduce? Los huevos y las larvas viven en pequeñas albercas de agua estancada, en áreas exteriores próximas a la presencia humana. Por eso, la medida más eficaz para evitar la proliferación es eliminar los lugares con agua donde crecen.
¿Qué provoca? Sus picaduras son muy molestas. Asimismo, este mosquito tiene la capacidad de actuar como vector de algunas enfermedades como el dengue y la chicunguña.
¿Cuándo pica? A diferencia del mosquito común, pica durante el día, desde la salida del sol hasta su puesta.
¿Cómo se dispersa? Su capacidad de dispersión es muy limitada (las hembras pueden dispersarse en vuelo unos 525 metros y los machos unos 225 metros). El motivo de dispersión a gran escala es el transporte accidental.