Partiendo de la base de que en nuestra empresa somos conscientes de las enfermedades, daños y trastornos que producen y causan estos insectos, la idea de esta publicación y de las siguientes es intentar ayudar a esas personas que lo pasan verdaderamente mal, y lo decimos desde la experiencia de llevar más de 30 años en el sector de Sanidad Ambiental (control de plagas) y el constatar el miedo y ansiedad con el que nos hemos encontrado en multitud de ocasiones con nuestros Clientes. Tanto si las tiene fobia como si no, si las detecta en sus instalaciones o en su hogar, no dude en llamar a Profesionales del Sector debidamente autorizados y tranquilícese, tenemos la solución.
Fobia a las Arañas
La aracnofobia es un tipo de fobia específica basada en el terror extremo hacia las arañas y otros arácnidos similares como pueden ser los escorpiones. Aunque muchas personas tienen miedo o asco de las arañas, en el caso de los que padecen esta fobia llega a ser ilógico, irracional y fuera de lo común.
Si usted siente asco hacia una araña pero es capaz de hacerle frente espantándola o simplemente ignorándola no sufre ningún tipo de trastorno. Las personas que realmente lo sufren pueden llegar a quedarse paralizadas, siendo una de las respuestas automáticas que desarrolla nuestro cerebro junto a la huida y el ataque en una situación de miedo extremo.
Existen casos en los que las personas que sufren este tipo de fobia llegan a sentir terror simplemente con el hecho de ver arañas en la televisión, fotografías o incluso en dibujos realistas. Descubrir una tela de araña o desenvolverse por algún espacio propicio para albergar arañas (naturaleza, sótanos o armarios, zoológicos, etc) son otras de las secuelas de estos temores.
Estas repulsiones provoca un aracnidocentrismo para muchas personas, que pueden derivar en un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). El temor a que en cualquier momento aparezca una araña, lleva a la persona a mantener el hogar de manera limpia y ordenada y si es posible fumigada.
Otros ejemplos se pueden dar cuando llegan las vacaciones. El miedo a no saber si la residencia vacacional estará llena de arañas, provoca una limitación a la hora de decidirse a abandonar el hogar.
También puede afectar a pasatiempos cotidianos como puede ser pasear o practicar deporte en zonas verdes.
Síntomas producidos por la aracnofobia
Según el grado de la fobia, los síntomas pueden ser más o menos considerables, pero los más destacados son:
- Pánico generalizado (gritos, llantos, huida).
- Respiración agitada.
- Naúseas.
- Sensación de ahogo.
- Dolor de pecho.
- Frío.
- Excesivo sudor.
- Parálisis instantánea y temporal.
- Problemas gastrointestinales.
- Incapacidad para distinguir entre la realidad y la irrealidad.
- Miedo constante.
¿Por qué se siente miedo con las arañas?
Aunque en el caso de las fobias los diagnósticos no irrebatibles porque dependen de los factores y características de las personas, varios son los motivos que la comunidad científica pone en la mesa para intentar explicar el miedo que se siente por los arácnidos.
Evolución
Existe una tendencia que sugiere que la aracnofobia tiene su origen en la genética.
Argumento que, debido a que nuestros antepasados africanos estaban en constante riesgo con arañas, desarrollaron en su ADN un instinto de supervivencia que ha ido asimilando a los arácnidos como un animal dañino para nuestra especie. Un depredador a evitar.
Estos estudios evolutivos no solo toman como referencia la época de las cavernas, sino que citan a una parte de la historia más cercana a nosotros: La Edad Media.
Europa, durante el siglo XIV, estuvo asolada por la peste bubónica (o negra) siendo una de las pandemias más devastadoras de la historia de la humanidad. Entre 50 y 80 millones de europeos fallecieron y durante muchos años se asoció a las arañas como culpables del brote mortal. Fue un caso que se llevó al extremo, ya que se llegó a pensar que cualquier picadura de araña podía ser letal. Posteriormente se demostró que la mayoría de las enfermedades y plagas se debían a las ratas y pulgas y no a los arácnidos.
Según la Universidad de California, nuestro sistema visual ha retenido estos mecanismos ancestrales, y esta necesidad evolutiva se ha quedado arraigada hasta nuestros tiempos a pesar de que tan solo 200 de las casi 46.000 especies de arañas (alrededor del 1%) pueden ser un peligro para el hombre.
La famosa viuda negra entre otras, pudo haber sido una de esas especies peligrosa que promovieron que nuestros antepasados desarrollaran estos mecanismos de defensa debido a que su picadura mortal pudo haber causado millones de muerte.
En todo caso, estos miedos han podido tener también una derivación positiva. Los investigadores indican que esta evolución genética podría haber desarrollado también mejoras en la sensibilidad, percepción, vigilancia y velocidad en la capacidad de percibir peligro, habiendo sido una ventaja selectiva significativa.
Genética
Por otro lado, algunos científicos han intentando demostrar que la aracnofobia es hereditaria. En 1991, Graham Davey, profesor de psicología en la Universidad de Londres realizó un estudio con sus estudiantes en los que descubrió que la mayoría de los que sufrían algún tipo de pánico, ya fuera leve o grave, tenían un familiar directo que también lo sufría.
Sin embargo, la obra de Davey fue rebatida posteriormente ya que se ponía en duda que el condicionamiento familiar pudiese ser la base de este tipo de pánicos. Esta contracorriente argumentaba que la fobia podría haberse desarrollado en el hogar, pero no directamente por los genes familiares, sino por algún trauma durante la infancia. Es decir, sería una respuesta condicionada por una experiencia negativa.
A pesar de ello no se puede descartar la genética como una de las posibles causas. En el año 2003, el Instituto de Psiquiatría de Virginia y del Comportamiento de la genética, con el doctor John Hettema a la cabeza, experimentó con dos gemelos adultos para valorar los genes de comportamiento respecto a las arañas. El estudio reveló que las influencias genéticas eran sustanciales y que una persona no tiene que haber vivido alguna experiencia traumática para tener miedo a las arañas.
Otras teorías
Hasta el momento, los teorías relacionadas con la evolución y la genética son las más aceptadas por la comunidad científica. A estas dos podríamos añadir algunas más, pero con menos fundamentos y débilmente corroboradas.
Una de ellas relaciona el pánico a las arañas con su estructura corporal y sus movimientos motrices . Concretamente, el profesor de psicología de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), John May, sugiere que los colores oscuros, las piernas alargadas y angulosas resultan desagradables para la raza humana.
Además, nuestra sensibilidad ocular de notar un movimiento sin tener localizado de donde procede, desarrolla una inquietud en el humano. Esta afirmación se adecua a los movimientos rápidos e impredecibles de las arañas.
Cucarachas, polillas, escarabajos, avispas son otros de los insectos que cumplen los patrones de miedo que nos indica la teoría de May.
Tratamiento
Se calcula que en Estados Unidos el 40% de las fobias están vinculadas a los bugs, es decir, los bichos. Seguramente las arañas estén dentro de los primeros puestos de este listado y, aunque posiblemente las personas aquejadas nunca se mostrarán propensas a cambiar su visión sobre ellas, al menos podrán aprender a lidiar con la fobia.
Ante todo, hay que ser conscientes de si el miedo que pueda sufrir una persona es simplemente rechazo, antipatía o temor ante alguien, algo o una situación o es realmente una fobia. En el caso del que el miedo a las arañas afecte a la vida cotidiana de una persona y no sepa manejarse con comodidad en sus labores, si necesita de la ayuda profesional.
Existen varias técnicas para combatir este tipo de fobia:
Técnica cognitivo-conductual (TCC)
Se basan en la reestructuración del pensamiento negativo que se tiene sobre las arañas para poder cambiar ese sentimiento y comportamiento. La bioretroalimentación, meditación, técnicas de relajación o tolerancia a la angustia, son parte de estas técnicas cognitivos-conductuales. Con ayuda de un profesional, se puede llevar a cabo de manera individual o en consulta.
Técnica de sensibilización
Son parte de las TCC pero merecen un apartado extra. Se caracteriza por ser la que más constancia necesita, pero también ha demostrado mayor eficacia respecto a las demás. Consiste en exponer de manera gradual al paciente frente a las arañas para que éste pueda ir tolerando su presencia y a su vez aprendiendo a controlar sus temores hasta hacerlos desaparecer.
Programación Neurolingüística (PNL)
La PNL es una combinación de psicoterapia, comunicación y desarrollo personal basada en la modificación de las habilidades o trastornos del aprendizaje. Es decir, se convertiría el miedo irracional frente a la araña en una conducta de calma y relajación.
Tratamiento farmacológico
Aunque debe ser la última opción por los efectos secundarios que pueden producir, los antidepresivos (ISRS), anticonvulsivos o ansiolíticos pueden servir como tratamiento para casos de extrema gravedad.
Realidad virtual
Gracias a la evolución de la tecnología, se han podido desarrollar procesadores de realidad virtual que exponen a los pacientes frente a representaciones de arañas de manera representativa con el fin de ir disminuyendo poco a poco los temores hacia estas.
¿Trauma infantil por una mordedura? Es importante que el paciente intente averiguar o determinar por qué le tiene pánico a los arácnidos. Esto puede favorecer mucho al terapeuta o psicólogo a la hora de decantarse por una terapia u otra, agilizando el tratamiento y por supuesto permitiendo obtener resultados más positivos.
La araña en la cultura popular
A lo largo de la historia se ha relacionado a las arañas con la paciencia, por su constancia a la hora de tejer las telas con el fin de esperar a que caiga una presa en ella para comérsela y por otro lado con la maldad por su veneno mortal.
Ya en el Antiguo Egipto, Grecia o la cultura maya hacían simbología de las arañas en su literatura, pinturas o alfarería y cerámica.
Aunque las arañas en la mayoría de los países causan repugnancia o cierto miedo, existen ciertas culturas, alejadas de la occidentalización como Indochina, Papua Nueva Guinea, ciertas partes de África y América del Sur o Caribe, donde los arácnidos forman parte de su cultura gastronómica. En concreto, es conocido el caso de la araña frita en Skuon (Camboya), donde las tarántulas fritas son un plato muy cotidiano.
En otras culturas, como los Lakota, unos indios nativos americanos, consideran a la araña como un símbolo de buena suerte.
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