LA MALARIA MATA A UN NIÑO CADA MINUTO
LA MALARIA MATA A UN NIÑO CADA MINUTO
La organización Medicusmundi advierte que la mitad de la población del mundo está en riesgo de contraer el paludismo.
La malaria es una de las enfermedades con mayor índice de mortalidad en el mundo: aproximadamente 600.000 muertes al año y cerca de 200 millones de casos clínicos. «Se puede decir que cerca de la mitad de la población mundial, 3.300 millones de personas, está en riesgo de contraer paludismo. El mal que transmite el mosquito Anofeles es curable y erradicable. Los más optimistas, como el español Pedro Alonso, al frente de la lucha contra la enfermedad desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), apuestan por una fecha no lejana: 2020», asegura la organización Medicusmundi, en un comunicado.
A propósito del Día Internacional de la lucha contra la Malaria, celebrado este jueves, Medicusmundi recuerda que se calcula que los esfuerzos mundiales por controlar y eliminar el paludismo han salvado 4,3 millones de vidas desde el año 2000, al reducirse las tasas de mortalidad en un 47% en todo el mundo. Y en un 54% en África, que registra el 80% de todos los casos del planeta.
Sin embargo, la organización advierte que la enfermedad continúa cobrando vidas, y mata a un niño cada minuto en el mundo. La malaria se ceba especialmente con las mujeres embarazadas y los niños menores de cinco años, cuyo porcentaje de mortandad se estima en el 78%, indica Medicusmundi.
Metas de la comunidad internacional
Pero el control de la enfermedad aún está lejos de la meta que la comunidad internacional se puso en la Asamblea Mundial de la OMS en 2000 (75% para el año 2015). «Si escrutamos los datos a nivel mundial vemos que sólo 59 de los 103 países que en el año 2000 tenían una transmisión activa de malaria están alcanzando el Objetivo del Milenio de reducir su incidencia. Estos 59 representan apenas un 4% del total de los casos mundiales», señala el comunicado de Medicusmundi.
Pese a estos avances, 44 países quedan fuera de esta meta. La organización Medicusmundi alerta sobre la ralentización producida entre 2011 y 2012 en la tasa de mortalidad. «Lo mismo sucede con la financiación de los programas de la lucha contra la malaria. Esta desaceleración es preocupante dado que nunca se ha alcanzado una financiación suficiente (los expertos la cifran en 5.100 millones de dólares)», agregan.
En 2012 se aportaron 2.500 millones de dólares, menos de la mitad de lo necesario. Pero millones de personas no tienen todavía acceso a las medidas preventivas terapéuticas y de diagnóstico. En estos 44 países los datos generados en los sistemas nacionales de información sanitaria siguen siendo incompletos o incoherentes por falta de recursos, según Medicusmundi.
El diagnóstico del mal
En 2012 los sistemas de información sanitaria de rutina detectaron sólo el 14% de los casos de paludismo en el mundo: el diagnóstico de la malaria (fiebre alta, dolor muscular y vómitos) se realizaba a través de la clínica y no por laboratorio, cuando la diagnosis de esta enfermedad se puede confundir con otras patologías. «Esto obliga a trabajar con estimaciones, lo que no deja de ser un riesgo», indica Medicusmundi. Para la orgnización otro aspecto preocupante es que el 76% de esos 2.500 millones fue aportado por la ayuda internacional, lo que supone «una dependencia externa casi total por parte de los países afectados, lo que genera que no puedan liderar la toma de decisiones, y que se establezcan programas verticales fuera del control del ministerio de salud».
El continente africano, sobre todo en los países de ingresos más bajos, es el más castigado por el mosquito Anopheles. El parásito Plasmodium falciparun, que transmite con su picadura, es el responsable del 92% de todas las muertes en poblaciones pobres y marginadas.
La mosquitera con insecticida
El arma más efectiva en la lucha contra la malaria sigue siendo el mosquitero tratado con insecticida o MIT. El 2014 fue el año de entrega más voluminosa hasta el momento, con acceso a casi la mitad de la población en riesgo, frente al 2% del 2004. En cuanto a las mujeres embarazadas que reciben un tratamiento preventivo intermitente ha ido aumentando sin llegar a los objetivos, pero al menos el 57% recibe mínimo una dosis.
El rociado residual intradomiciliario, sin embargo, disminuyó. Sólo se protegió con esta profilaxis al 7% de la población en riesgo. Paralelamente, el mosquito ha ido desarrollando una resistencia a los insecticidas, sobre todo a los piretroides (el más usado en el control de la malaria), así como a los tratamientos antimaláricos. El parásito Plasmodium falciparum se ha vuelto resistente a la Artemisinina y a la mayoría de los tratamientos antimaláricos disponibles en Camboya, Myanmar, Laos, Tailandia y Vietnam.
Una campaña en redes sociales
Este jueves, Día Mundial de la Malaria, se realiza una campaña por las redes sociales para sensibilizar a la población mundial sobre el impacto de la enfermedad. Algunos de los mensajes que se divulgarán a través de Twitter son los siguientes:«¡Más de 4,3 millones de vidas salvadas por malaria desde 2000! Debemos acelerar el progreso ahora a #DefeatMalaria o nos arriesgamos a perder lo ganado #DíaMundialMalaria», o «55 países están en el camino de reducir los casos de malaria en un 75 %, 26 de ellos están trabajando para eliminar la enfermedad totalmente. Podemos #DefeatMalaria».
Aumentan un 50% las invasiones de chinches
El alquiler de habitaciones a turistas en las viviendas sumado a la ausencia de fumigaciones, aumenta los casos entre particulares.
Era septiembre y a Macarena (40 años, no quiere identificarse) no le sorprendió especialmente la picadura. Dio por hecho que se trataba de un mosquito. Al día siguiente, su pareja se despertó rascándose el brazo sin descanso. “Oye, pero qué es esto que me pica tanto”, se quejó. “No te rasques y te dejará de doler”, le contestó ella convencida de lo que decía.
Picadura a picadura, Macarena y su pareja se fueron metiendo en un agujero negro plagado de unos bichitos oscuros cuya existencia desconocían. Llevan siete meses conviviendo con este parásito que ataca de noche anestesiando convenientemente la zona para que no notemos su presencia y que les han dejado ronchas constantes en la piel que escuecen como el demonio. Macarena es abogada, hija de dos médicos. Y lleva meses rociándose la piel con alcohol para acabar con el picor y sobre todo con las posibles infecciones.
El miércoles y el jueves pasados, la empresa ponía patas arriba su edificio, en el barrio de Malasaña, que es -junto con Huertas y Lavapiés- la zona de la capital más afectada por estas plagas. De 19 viviendas, los perros de la empresa fumigadora detectaron la presencia de este bicho en 17. En la suya levantaron hasta los rodapiés a la búsqueda de todo posible escondite de estos parásitos que se ocultan sobre todo en los colchones, en las maletas y la ropa.
HASTA CINCO MESES SIN COMER
Macarena y su pareja, cuando fueron conscientes de la invasión de chinches que sufrían, decidieron estudiar a su enemigo. Metieron en una bolsa varios ejemplares para observar su superviviencia, pues les informaron de que eran muy resistentes. Tres meses después, seguían vivos. “¡Es increíble! ¡No se mueren nunca!”, exclama.
Los chinches son un parásito muy resistente, pues puede sobrevivir hasta cerca de cinco meses sin alimentarse de sangre humana. Se tiene conocimiento de un caso que sobrevivió hasta un año y medio en ayunas. Su lugar preferido son los dormitorios, para estar cerca de su presa. Sólo se acercan a los humanos para alimentarse de su sangre, siempre de noche. Después, se refugian en escondrijos próximos a la cama. Es difícil darse cuenta de que te está picando un chinche, pues adormecen la zona y solo se empieza a notar el escozor al rato de haber sido picado por uno.
Es precisamente su gusto por los bolsos de viaje una de las causas de su proliferación. “Hace cinco años aparecían sobre todo en los hoteles. Ahora, en viviendas de particulares”, informa Jacinto Díez, portavoz de la empresa, la empresa líder en la capital, que, entre otras cosas, da cursos a los empleados de limpieza de los hoteles para que puedan identificar la presencia de estos bichos. “El alquiler por parte de los madrileños de habitaciones en sus pisos, sin acompañarlo de fumigaciones programadas como en los hoteles, está aumentando los casos”. En 2015 esta empresa fumigó 240 edificios. El año pasado, 357, un 50% más.
Macarena es un buen ejemplo de esta realidad, pues ella misma alquila de vez en cuando una habitación en su vivienda para poder pagar la hipoteca. “La próxima vez que reciba a un turista fumigaré su maleta, lo tengo claro”, afirma.
El desconocimiento de esta plaga por parte de la población es una de las causas de su proliferación. “No había visto uno en la vida’, nos suele decir la gente”, informa Díez. “Cuando se dan cuenta de que algo pasa, tienen ya la plaga encima”. El actual es el tercer tratamiento que realiza esta abogada, que hasta ahora se había resistido a pagar los 900 euros que cuesta el tratamiento, la empresa con la que trabaja el Ayuntamiento en los casos que aparecen en viviendas sociales, cuyo tratamiento financia el Consistorio. El año pasado pagaron un total de 150.
Hasta la Segunda Guerra Mundial, las plagas de chinches no eran raras. Pero después, fueron desapareciendo. “Llegaron a esfumarse del todo en los sesenta”, explica José María Cámara, veterinario, del área de plagas del Ayuntamiento. “Hace años las facultades nos pedían muestras de chinches para enseñarlos a los alumnos”, aporta Díez. Pero desde hace quince años, han vuelto a resurgir en Europa Occidental y Estados Unidos. “Su aparición es progresiva y continua”, dice Cámara. Hasta el año 2000 el Ayuntamiento de Madrid no tenía un sistema en marcha para tratarlos.
En el edificio de Macarena el tratamiento ha consistido en un sistema de burbujas de calor, que funciona tanto contra los parásitos como contra sus huevos. La empresa instaló en su piso una carpa en la que metieron todas las cosas que pudieran estar infectadas y les aplicaron altas temperaturas, como si se tratara de un microondas. En unos días volverán a revisar el edificio. Entonces sabrán si habrá servido para acabar con su pesadilla.
LOS PELIGROS QUE ENTRAÑA LA ARAÑA VIOLINISTA, HALLADA AYER EN UN BAÑO DE VALLECAS
Un día después de que un joven se encontrara en el cuarto de baño de su casa -en la calle de Santiago Alió del distrito de Puente de Vallecas- una araña violinista, un interrogante todavía sigue en el aire: ¿Cómo llegó hasta ahí? Que alguien abandonara en la zona al animal es una de las principales hipótesis. La otra versa sobre el hábitat del peligroso insecto. Pese a que el arácnido habita en climas cálidos y secos propios de América, como determinadas zonas de Estados Unidos así como México, Perú, Chile, Argentina y Uruguay, últimamente también se ha detectado su presencia en España.
Lo que sí es seguro es que la araña violinista, una de las más venenosas del mundo, elige sitios tranquilos y resguardados para vivir. Una vez recogida por la Policía Municipal -que se encargó de introducirla en una bolsa de plástico con aberturas-, fue trasladada hasta el Centro de Recuperación Animal de Tres Cantos. Sin embargo, al no contar con un lugar acondicionado para albergar arácnidos, los funcionarios tuvieron que emprender rumbo a Faunia, el parque de la naturaleza situado en Rivas Vaciamadrid, donde permanece hasta ahora.
También conocida como la araña de rincón o araña de los rincones (Loxosceles laeta), la araña violinista está considerada como la más peligrosa de las arañas del género Loxosceles, ya que su mordedura produce un gran dolor y puede llegar a causar incluso la muerte. Con un tamaño de entre 8 y 30 milímetros, el color que presenta depende del lugar en el que resida. Además, posee un mecanismo natural que la dota de un camuflaje necesario para ocultarse de otros depredadores.
Aunque tienden a vivir en áreas poco o nada alteradas por el ser humano, no es tan extraño que sean descubiertas en el interior de una vivienda. Más aún con la llegada del calor, tal y como pasó ayer en Puente de Vallecas. Para poder sobrevivir, se alimentan principalmente de grillos, cucarachas u otros insectos que puedan quedar atrapados en sus redes. Una vez apresados, la araña violinista inyecta el veneno a su presa para reducir la consistencia de los tejidos del cuerpo.
En cuanto al ser humano, la araña violinista puede picar en caso de que se sientan amenazadas. Eso sí, el número de casos no es alarmante. En caso de sufrir el ataque, lo primero que hay que hacer es lavar bien la parte del cuerpo afectada para evitar que la infección se propague por la parte externa de la piel. Acto seguido, es necesario acudir al médico para que sean los profesionales quienes evalúen la gravedad de la situación.
SANIDAD DETECTA GARRAPATAS CON FIEBRE HEMORRÁGICA EN CUATRO COMUNIDADES
Aunque el riesgo para los humanos es “muy bajo” porque se encuentran en zonas poco concurridas por la población, contagiarse del virus puede ser muy peligroso.
MÁS INFORMACIÓN
- La Sanidad madrileña vigila 200 posibles casos de fiebre hemorrágica
- Una sanitaria y una mujer que visitó Ávila, hospitalizadas por posible contagio de fiebre hemorágica
- “La gente no es consciente de lo que supone una picadura de garrapata”
Un estudio del Ministerio de Sanidad y cuatro comunidades autónomas (Extremadura, Madrid, Castilla La Mancha y Castilla y León) ha detectado la presencia de garrapatas infectadas con el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. El insecto está presente en animales silvestres; el riesgo en los humanos es “muy bajo”.
Esa es a la conclusión a la que llegan los expertos en Sanidad Pública que han diseñado el estudio: La directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Elena Andradas, y los responsables de esta parcela en esas cuatro comunidades.
El estudio para abordar la posible circulación de ese virus se puso en marcha el pasado mes de octubre, después de que un hombre falleciera tras picarle una garrapata en un campo en Ávila y que la enfermera que le atendió tuviera que ser ingresada en una Unidad de Aislamiento.
Sanidad propuso entonces a esas cuatro comunidades autónomas realizar el estudio porque, según Elena Andradas, había zonas “donde tenían ciertas sospechas de que podría estar circulando” el virus.
Los resultados se han obtenido este mes y dicen que han hallado garrapatas con el virus en siete de las once comarcas que han analizado de las cuatro comunidades autónomas.
En total, para el estudio fueron capturadas unas 9.500 garrapatas, en su mayoría en animales silvestres, que habitan en zonas muy poco concurridas y muy poco frecuentadas por la población, sobre todo en ciervos. No se han encontrado resultados positivos en ganado doméstico.
Esos ciervos, en un 90% de los casos, según Ricardo Molina, responsable de laboratorio de entomología médica del Instituto de Salud Carlos III, fueron los que portaron el virus a esas garrapatas porque antes se los transmitieron otros artrópodos, es decir, otras garrapatas.
Los investigadores agruparon las garrapatas en lotes de entre una y tres y se ha llegado a la conclusión de que sólo unas 300, el 3% de los lotes, podrían estar infectadas.
Pero ¿que garrapatas son las que transmiten este virus?. En el mundo hay casi 200 variedades de garrapatas, sobre todo en entornos rurales, pero éstas en cuestión son en su mayoría las llamadas Hyalomma Lusitanicum, que según Ricardo Molina, responsable de laboratorio de entomología médica del Instituto de Salud Carlos III, no tienen que ver con otras porque “nos buscan activamente”.
“No tienen nada que ver con las que encontramos en nuestros perros, que son otra especie que están involucradas en otros patógenos”, explica Molina.
Las garrapatas infectadas “nos detectan, huelen y nos ven y nos buscan”, según Molina, mientras que las otras especies “están quietas pasivamente esperando que pase un animal o una persona para subirse”.
Por eso, y aunque esas garrapatas se han detectado en zonas poco frecuentadas por la población y en animales silvestres, los responsables de Sanidad Pública quieren trasladar a la ciudadanía la importancia de la información y la prevención en cuanto a las picaduras de garrapatas, y sobre todo en las personas que hacen senderismo y actividades de ocio en la naturaleza.
Y ¿si nos pica una garrapata? ¿Qué tenemos que hacer y qué, no?
Hay que extraerla lo antes posible; hay que evitar los remedios tradicionales como aceite, petróleo o calor; primordial, usar unas pinzas, sujetarla firmemente lo mas cerca posible de la piel y tirar de ella suavemente hacia arriba, y luego limpiar bien la herida con agua y jabón.
Es importante estas indicaciones para los que se desplacen a una zona de campo, pero una cuestión a favor: una garrapata infectada que se adhiera a una persona necesita al menos 48 horas para transmitir el virus, con lo cual “hay que revisarse bien”, según Molina, después de ir de excursión al campo u otro tipo de actividades.
No obstante, estos artrópodos, que se alimentan de sangre, pueden permanecer “hasta caer del cuerpo” hasta siete o diez días.
De ahí la importancia de la prevención cuando se hagan actividades en zonas de ocio en el campo: utilizar manga y pantalón largo, llevar botas cerradas con calcetines, ropa de color claro, caminar por la zona central de los caminos, evitar sentarse en el suelo en las zonas con vegetación y utilizar repelentes.
LA INCREÍBLE ESTRATEGIA DE LA RATA TOPO DESNUDA PARA VIVIR SIN AIRE
Privados de oxígeno, estos roedores prácticamente se convierten en plantas: sobreviven a partir del metabolismo de la fructosa. El hallazgo podría conducir a tratamientos para el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares
Sin pelo, ciega y dentuda, la rata topo desnuda no destaca precisamente por su agradable aspecto, pero este animal procedente del este de África es prácticamente indestructible. Tiene una extraordinaria resistencia al cáncer, una longevidad impresionante -puede vivir hasta 30 años, todo un récord para un roedor- y es inmune a muchos tipos de dolor, como el que provoca una quemadura. Además, habita en túneles subterráneos donde apenas hay oxígeno, una capacidad que desde hace mucho tiempo desconcierta a los científicos. ¿Cómo se las arregla para sobrevivir en esas condiciones extremas, en las que un ser humano no resistiría ni cinco minutos antes de morir? Un equipo internacional de científicos cree tener la respuesta y es tan increíble como las propias ratas.
Según explican en la revista Science, privadas de oxígeno, las ratas topo, del tamaño de un dedo, emplean la misma estrategia que las plantas: sobrevivir a partir del metabolismo de la fructosa. Este descubrimiento no solo permite conocer mejor a este «animal milagro», sino que, según los investigadores, puede conducir al desarrollo de tratamientos para pacientes que sufren crisis por falta de oxígeno, como ocurre en los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
En los seres humanos, los ratones de laboratorio, y todos los demás mamíferos conocidos, cuando las células cerebrales se privan de oxígeno se quedan sin energía y comienzan a morir. Sin embargo, las ratas topo tienen una copia de seguridad: sus células cerebrales comienzan a quemar fructosa, lo que produce energía anaeróbicamente a través de una vía metabólica que sólo es utilizada por las plantas. O eso es lo que creían los científicos.
En el nuevo estudio, los investigadores expusieron estas criaturas a condiciones de bajo oxígeno en el laboratorio y encontraron que lanzaban grandes cantidades de fructosa en el torrente sanguíneo. La fructosa era transportada en las células del cerebro por medio de surtidores moleculares de fructosa que en todos los demás mamíferos se encuentran sólo en las células del intestino.
«La rata topo desnuda ha reorganizado algunos bloques de construcción básicos del metabolismo para volverse supertolerante a las condiciones de bajo oxígeno», dice Thomas Park, responsable del trabajo y profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad de Illinois en Chicago (EE.UU.), quien ha estudiado esta extraña especie durante 18 años.
Animación suspendida
En niveles de oxígeno suficientemente bajos como para matar a un humano en cuestión de minutos, las ratas topo pueden sobrevivir durante al menos cinco horas. Entran en un estado de animación suspendida, reduciendo su movimiento y ralentizando drásticamente su pulso y frecuencia respiratoria para conservar energía. Entonces empiezan a utilizar la fructosa hasta que el oxígeno está disponible de nuevo.
La rata topo desnuda es el único mamífero conocido que utiliza esta ralentización de los procesos vitales para sobrevivir sin aire. Pero los científicos también demostraron que estos roedores están protegidos de otro aspecto mortal del bajo nivel de oxígeno, una acumulación de líquido en los pulmones llamada edema pulmonar, que afecta a los alpinistas a gran altura.
Los investigadores creen que el metabolismo inusual de las ratas topo es una adaptación para vivir en sus madrigueras pobres en oxígeno. Y es que a diferencia de otros mamíferos subterráneos, las ratas topo viven en condiciones hiperpopulosas, casi como sardinas en lata, «empaquetadas» junto a cientos de compañeras de colonia. Con tantos animales que viven juntos en túneles sin ventilación, el suministro de oxígeno se agota rápidamente.
La rata topo desnuda fue elegida vertebrado del año en 2013 por la misma revista Science, después de que dos estudios encontraran pistas sobre su capacidad para vivir sin cáncer.
SÍNDROME DE DIÓGENES: SÍNTOMAS, CAUSAS, TRATAMIENTO
El Síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento que suele darse en las personas mayores de 65 años y que se caracteriza principalmente por la acumulación de objetos, desperdicios y basura en el propio domicilio.
En los años 60 se realizaron y registraron por primera vez estudios de este patrón de conducta. Pero el término se acuñó en el año 1975 haciendo referencia a Diógenes de Sínope, un filósofo de la antigua Grecia.
La principal idea de esta corriente era alcanzar la felicidad deshaciéndose de todo lo superfluo. Diógenes vivía de forma austera, sin ninguna comodidad y en un espacio muy reducido que compartía con una jauría de perros.
Según indica la psicóloga Ana Belén Santos-Olmo, especialista en el tratamiento de este cuadro:
“El Síndrome de Diógenes se da en personas que tienen una dificultad muy grande para deshacerse o separase de sus bienes y posesiones. Sin importar el valor real que tengan estos objetos, para estas personas son muy importantes aunque al resto no nos lo parezca”.
El perfil de las personas con síndrome de Diógenes
En Madrid existe el denominado Servicio de Apoyo Psicológico a Ancianos Frágiles con Aislamiento Social, en el que atienden y tratan los casos de este tipo entre otros.
Algunos de los datos que han publicado en el año 2014 indican que, del total de personas que han atendido en este servicio, el 21% presentaba acumulación de objetos en sus viviendas, siendo las mujeres las más afectadas con un 65.4% promediando una media de edad de 80 años.
Además, estos pacientes no tenían hijos en su mayoría (77%) y el 92% vivían solos. En relación al estado civil, un 54% son solteros, un 27% viudos y un 19% separados o divorciados.
Es llamativo respecto a estos datos que ninguna de las personas atendidas con Síndrome de Diógenes estaban casadas en ese momento, aunque algunos sí lo hubieran estado en el pasado.
Por otro lado, un 85% de las personas con Síndrome de Diógenes atendidas en este servicio, no tienen deterioro cognitivo o sufren un deterioro leve. Por el contrario un 15% tienen un deterioro entre moderado y grave.
Sin embargo el 61% presentan algún trastorno mental grave, siendo los más frecuentes los que cursan con presencia de patología psicótica (el 24%), el abuso de alcohol (19%) y los trastornos de personalidad (16%).
Algunos estudios indican que, a nivel nacional, aproximadamente el 6% de la población podría estar afectada por este cuadro clínico, aunque no hay investigaciones concluyentes respecto a este dato.
Síntomas
Una de las características de este trastorno es que suele acarrear graves problemas de convivencia con los vecinos. Esto se debe al olor de la basura acumulada, que promueven la aparición plagas de insectos o de ratas atraídos por los desperdicios y por el riesgo de que se produzca un incendio en la vivienda.
Es muy frecuente que se detecten los casos de este tipo de trastorno precisamente por las denuncias que presentan los vecinos.
Los síntomas más característicos de este patrón de comportamiento son:
Deterioro progresivo de las normas y costumbres sociales
Principalmente desatienden la alimentación y la higiene. Estos pacientes llegan a descuidar por completo su aspecto físico cuando están en las fases más avanzadas. Es importante resaltar que antes de padecer el trastorno se muestran aseados y cuidadosos con su aspecto.
Aislamiento social
De forma paulatina van perdiendo el contacto con todo su entorno, incluso con los familiares cercanos. En las fases más avanzadas sólo mantienen contacto con las personas estrictamente necesarias, con las que interactúan para adquirir comida o algún otro producto necesario para sobrevivir.
Deterioro físico
Además de su apariencia descuidada por la falta de higiene, suele aparecer pérdida de peso y deterioro físico porque no mantienen unos patrones alimenticios correctos. No tienen unos horarios establecidos y cuando comen suele ser cualquier cosa que tengan a mano.
Acumulación
Es una de las características más llamativas y con las que se puede identificar más fácilmente a la persona que padece este trastorno. Acumulan todo tipo de objetos, en muchas ocasiones incluso desperdicios y basura.
Además no mantienen la limpieza de lo que acumulan, haciendo que la vivienda no reúna las condiciones mínimas de habitabilidad. En las fases avanzadas del cuadro tienen tantos objetos acumulados en el domicilio que hace que sea difícil transitar por él o no se pueda acceder a determinados sitios o esquinas.
Con frecuencia, en toda la vivienda hay objetos y sólo hay un pequeño pasillo entre ellos que permite a la persona desplazarse de un lugar a otro de la casa. Para el resto de las personas son objetos inservibles, pero para ellos es muy importante acumularlos y no quieren deshacerse de ellos bajo ningún concepto.
Además pueden llegar a reunir grandes cantidades de dinero en su casa o en el banco sin ser conscientes de lo que en realidad tienen, por lo que mantienen el afán por seguir acumulando más dinero.
Pensamientos intrusivos
Estos pensamientos van dirigidos a creer que llegará una época de crisis o de gran pobreza, por lo que es necesario acumular todo tipo de objetos para estar preparado y poder afrontar ese obstáculo lo mejor posible.
Factores de riesgo que desencadenan su aparición
Existen diferentes factores que son comunes en la aparición de estos casos, aunque no siempre la persona llega a desarrollar el trastorno. Entre los factores más característicos están:
- La edad.Como hemos mencionado anteriormente, este patrón de conducta aparece en la mayoría de los casos en personas de la tercera edad. En esta etapa las personas tienen un modo de pensar y actuar más rígido, aunque el entorno les diga que el comportamiento que están llevando a cabo no es correcto. Esa rigidez de pensamiento hace que la persona no lo vea de esta manera. Por eso no tienen conciencia de que exista un problema y continúan actuando de la misma manera.
- Aislamiento social.Es habitual que las personas mayores se vayan aislando socialmente, sobre todo ante la pérdida de la pareja. Dejan de mantener relaciones con el entorno y por tanto dejan de regirse según las convenciones y normas sociales. En las fases más avanzadas llegan a comportarse como ellos creen conveniente y en función de sus necesidades e intereses, sin tener en cuenta el entorno o que su forma de actuar pueda afectar a otras personas.
- Rasgos de personalidad.Habitualmente el paciente que desarrolla el cuadro tiene unos rasgos previos de personalidad como la tendencia al aislamiento, dificultades de adaptación social, rechazo de las relaciones humanas y el contacto social, carácter huraño, etc.
- La existencia de alguna enfermedad mental.En algunos casos, estas personas ya tiene un trastorno o patología mental que desencadena la posterior aparición y mantenimiento del síndrome.
Tratamiento
En muchas ocasiones es difícil intervenir con estos pacientes por el propio aislamiento que sufren y porque no quieren ser ayudados. No son conscientes de padecer una enfermedad porque ellos actúan según sus propios patrones de pensamiento.
Además del propio deterioro mental, aparecen graves problemas físicos como la malnutrición, deshidratación, anemia, afecciones cardíacas, dificultades de las vías respiratorias y otras complicaciones derivadas.
Algunas investigaciones señalan que la mayoría de estos pacientes acaban falleciendo en su domicilio y pasan días hasta que el entorno es consciente de este hecho. Otros estudios indican que el 40% de las personas que ingresan en el hospital aquejados de este trastorno, fallecen en los días o semanas posteriores por el importante deterioro físico con el que llegan al hospital.
En el caso de que la persona acceda a comenzar un tratamiento éste tendrá diferentes áreas o puntos de intervención:
Cuidado de la higiene personal y el aspecto físico
Esta intervención va encaminada a que la persona recupere los hábitos de autocuidado personal. Además va a evitar que siga produciendo rechazo en los demás y poco a poco pueda ir recuperando las relaciones con el entorno para contribuir a la reinserción social.
Intervención en las pautas de alimentación
Para combatir el deterioro físico en el que se encuentra es necesario volver a cuidar su alimentación. Tanto para paliar los efectos negativos de la mala nutrición que ha llevado como para ganar peso de nuevo.
Intervención familiar
Es primordial que la familia se implique en el tratamiento. Será necesario explicarles por qué se ha producido el trastorno al igual que facilitarles pautas de actuación y comportamiento con el paciente.
Deberán prestar especial atención a la tendencia de la persona a aislarse de nuevo. Igualmente es importante el control y observación de las personas mayores que viven solas.
Intervención en el domicilio
Será necesario realizar una limpieza y desinfección en profundidad de la vivienda. En la mayoría de los casos es necesario recurrir a una empresa de limpieza profesional.
En la medida de lo posible se realizará de la forma lo menos traumática posible, no hay que olvidar que para estas personas los objetos acumulados tienen un gran valor.
Terapia psicológica
Es necesario tratar con las personas determinados pensamientos y emociones. Por un lado se hará una intervención específica con los pensamientos intrusivos relativos a la aparición de una próxima crisis o estado de pobreza, que es uno de los principales motivos por el que la persona se ve obligada a acumular para estar preparada.
El tratamiento psicológico también irá enfocado a tratar algunas consecuencias psicológicas del trastorno como la inseguridad, el sentimiento de rechazo y el restablecimiento de las habilidades sociales y de comunicación.
Tratamiento farmacológico
Como en muchos de los casos este patrón aparece junto con otro trastorno, la medicación irá encaminada al tratamiento del cuadro asociado cuando así sea necesario.
Prevención de recaídas
Es muy importante trabajar para que la persona no vuelva a incurrir en la misma conducta, para ello es necesario realizar un seguimiento posterior al tratamiento.
Según se ha observado, la tendencia habitual de estos pacientes es la de volver a repetir el mismo patrón de conducta. Realizar el seguimiento del paciente va a ayudar a prevenirlo y atajarlo antes de que llegue a producirse de nuevo.
Consejos para la prevención
En estos casos, es fundamental la intervención de los familiares o las personas del entorno para paliar o frenar el desarrollo del síndrome ante cualquier síntoma que aparezca. Algunos consejos que se pueden seguir para evitar la aparición del trastorno son:
Mantener el domicilio ordenado y limpio
Evitar la acumulación de todo aquello que no sea necesario o que no se vaya a utilizar. De esta forma también evitamos que la persona empiece a tener por costumbre la conducta de acumular hasta que llegue a normalizarla.
Deshacerse de lo que ya no se usa o no es necesario
Realizar de vez en cuando una limpieza de todo aquello que ya no se va a utilizar para dejar espacio a nuevos objetos.
Mantenerse activo mentalmente
Como en la mayoría de los casos el trastorno aparece en la tercera edad, es importante mantener la mente activa para evitar la rigidez de pensamiento.
Pueden ser ejercicios que se realicen en casa, como pasatiempos o manualidades o actividades dirigidas fuera del domicilio.
Realizar ejercicio físico
Es importante mantenerse activo también físicamente. Actividades como caminar o nadar ayudan además a sentirse ágil y disminuir la ansiedad.
Cuida las relaciones sociales
Es importante que la persona mantenga una buena red social y que haga nuevas amistades, las cuales le van a servir de apoyo y protección ante la aparición del síndrome.
Si la persona mantiene esta red no va a llegar al aislamiento que es uno de los factores más concluyentes a la hora de que se desarrolle el cuadro.
Cuidado de la imagen
Es muy importante animar a la persona a mantener una imagen e higiene cuidadas y recordar la importancia de tener una alimentación adecuada.
Referencias
- Síndrome de Diógenes: ¿Cómo reconocer a quienes lo sufren? . La Nueva España.
- Neziroglu, F. (2015). Hoarding: The Basics. Anxiety and depression association of America.
- Szalavitz, M. (2012). Inside the Hoarder’s Brain: A Unique Problem with Decision-Making. Mental Illnes.
- Metcalf, E. Hoarding: More Than Just a Mess.
- Jantz, G.L. (2014). The Psychology Behind Hoarding. Psychology Today.
- Solovitch, S. (2011). Hoarding is a serious disorder — and it’s only getting worse in the U.S. The Washington Post.
- Mataix, D. (2014). Hoarding Disorder. The New England Journal of Medicine.
- Mayo Clinic. Hoarding disorder.
ARACNOFOBIA: CAUSAS, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Partiendo de la base de que en nuestra empresa somos conscientes de las enfermedades, daños y trastornos que producen y causan estos insectos, la idea de esta publicación y de las siguientes es intentar ayudar a esas personas que lo pasan verdaderamente mal, y lo decimos desde la experiencia de llevar más de 30 años en el sector de Sanidad Ambiental (control de plagas) y el constatar el miedo y ansiedad con el que nos hemos encontrado en multitud de ocasiones con nuestros Clientes. Tanto si las tiene fobia como si no, si las detecta en sus instalaciones o en su hogar, no dude en llamar a Profesionales del Sector debidamente autorizados y tranquilícese, tenemos la solución.
Fobia a las Arañas
La aracnofobia es un tipo de fobia específica basada en el terror extremo hacia las arañas y otros arácnidos similares como pueden ser los escorpiones. Aunque muchas personas tienen miedo o asco de las arañas, en el caso de los que padecen esta fobia llega a ser ilógico, irracional y fuera de lo común.
Si usted siente asco hacia una araña pero es capaz de hacerle frente espantándola o simplemente ignorándola no sufre ningún tipo de trastorno. Las personas que realmente lo sufren pueden llegar a quedarse paralizadas, siendo una de las respuestas automáticas que desarrolla nuestro cerebro junto a la huida y el ataque en una situación de miedo extremo.
Existen casos en los que las personas que sufren este tipo de fobia llegan a sentir terror simplemente con el hecho de ver arañas en la televisión, fotografías o incluso en dibujos realistas. Descubrir una tela de araña o desenvolverse por algún espacio propicio para albergar arañas (naturaleza, sótanos o armarios, zoológicos, etc) son otras de las secuelas de estos temores.
Estas repulsiones provoca un aracnidocentrismo para muchas personas, que pueden derivar en un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). El temor a que en cualquier momento aparezca una araña, lleva a la persona a mantener el hogar de manera limpia y ordenada y si es posible fumigada.
Otros ejemplos se pueden dar cuando llegan las vacaciones. El miedo a no saber si la residencia vacacional estará llena de arañas, provoca una limitación a la hora de decidirse a abandonar el hogar.
También puede afectar a pasatiempos cotidianos como puede ser pasear o practicar deporte en zonas verdes.
Síntomas producidos por la aracnofobia
Según el grado de la fobia, los síntomas pueden ser más o menos considerables, pero los más destacados son:
- Pánico generalizado (gritos, llantos, huida).
- Respiración agitada.
- Naúseas.
- Sensación de ahogo.
- Dolor de pecho.
- Frío.
- Excesivo sudor.
- Parálisis instantánea y temporal.
- Problemas gastrointestinales.
- Incapacidad para distinguir entre la realidad y la irrealidad.
- Miedo constante.
¿Por qué se siente miedo con las arañas?
Aunque en el caso de las fobias los diagnósticos no irrebatibles porque dependen de los factores y características de las personas, varios son los motivos que la comunidad científica pone en la mesa para intentar explicar el miedo que se siente por los arácnidos.
Evolución
Existe una tendencia que sugiere que la aracnofobia tiene su origen en la genética.
Argumento que, debido a que nuestros antepasados africanos estaban en constante riesgo con arañas, desarrollaron en su ADN un instinto de supervivencia que ha ido asimilando a los arácnidos como un animal dañino para nuestra especie. Un depredador a evitar.
Estos estudios evolutivos no solo toman como referencia la época de las cavernas, sino que citan a una parte de la historia más cercana a nosotros: La Edad Media.
Europa, durante el siglo XIV, estuvo asolada por la peste bubónica (o negra) siendo una de las pandemias más devastadoras de la historia de la humanidad. Entre 50 y 80 millones de europeos fallecieron y durante muchos años se asoció a las arañas como culpables del brote mortal. Fue un caso que se llevó al extremo, ya que se llegó a pensar que cualquier picadura de araña podía ser letal. Posteriormente se demostró que la mayoría de las enfermedades y plagas se debían a las ratas y pulgas y no a los arácnidos.
Según la Universidad de California, nuestro sistema visual ha retenido estos mecanismos ancestrales, y esta necesidad evolutiva se ha quedado arraigada hasta nuestros tiempos a pesar de que tan solo 200 de las casi 46.000 especies de arañas (alrededor del 1%) pueden ser un peligro para el hombre.
La famosa viuda negra entre otras, pudo haber sido una de esas especies peligrosa que promovieron que nuestros antepasados desarrollaran estos mecanismos de defensa debido a que su picadura mortal pudo haber causado millones de muerte.
En todo caso, estos miedos han podido tener también una derivación positiva. Los investigadores indican que esta evolución genética podría haber desarrollado también mejoras en la sensibilidad, percepción, vigilancia y velocidad en la capacidad de percibir peligro, habiendo sido una ventaja selectiva significativa.
Genética
Por otro lado, algunos científicos han intentando demostrar que la aracnofobia es hereditaria. En 1991, Graham Davey, profesor de psicología en la Universidad de Londres realizó un estudio con sus estudiantes en los que descubrió que la mayoría de los que sufrían algún tipo de pánico, ya fuera leve o grave, tenían un familiar directo que también lo sufría.
Sin embargo, la obra de Davey fue rebatida posteriormente ya que se ponía en duda que el condicionamiento familiar pudiese ser la base de este tipo de pánicos. Esta contracorriente argumentaba que la fobia podría haberse desarrollado en el hogar, pero no directamente por los genes familiares, sino por algún trauma durante la infancia. Es decir, sería una respuesta condicionada por una experiencia negativa.
A pesar de ello no se puede descartar la genética como una de las posibles causas. En el año 2003, el Instituto de Psiquiatría de Virginia y del Comportamiento de la genética, con el doctor John Hettema a la cabeza, experimentó con dos gemelos adultos para valorar los genes de comportamiento respecto a las arañas. El estudio reveló que las influencias genéticas eran sustanciales y que una persona no tiene que haber vivido alguna experiencia traumática para tener miedo a las arañas.
Otras teorías
Hasta el momento, los teorías relacionadas con la evolución y la genética son las más aceptadas por la comunidad científica. A estas dos podríamos añadir algunas más, pero con menos fundamentos y débilmente corroboradas.
Una de ellas relaciona el pánico a las arañas con su estructura corporal y sus movimientos motrices . Concretamente, el profesor de psicología de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), John May, sugiere que los colores oscuros, las piernas alargadas y angulosas resultan desagradables para la raza humana.
Además, nuestra sensibilidad ocular de notar un movimiento sin tener localizado de donde procede, desarrolla una inquietud en el humano. Esta afirmación se adecua a los movimientos rápidos e impredecibles de las arañas.
Cucarachas, polillas, escarabajos, avispas son otros de los insectos que cumplen los patrones de miedo que nos indica la teoría de May.
Tratamiento
Se calcula que en Estados Unidos el 40% de las fobias están vinculadas a los bugs, es decir, los bichos. Seguramente las arañas estén dentro de los primeros puestos de este listado y, aunque posiblemente las personas aquejadas nunca se mostrarán propensas a cambiar su visión sobre ellas, al menos podrán aprender a lidiar con la fobia.
Ante todo, hay que ser conscientes de si el miedo que pueda sufrir una persona es simplemente rechazo, antipatía o temor ante alguien, algo o una situación o es realmente una fobia. En el caso del que el miedo a las arañas afecte a la vida cotidiana de una persona y no sepa manejarse con comodidad en sus labores, si necesita de la ayuda profesional.
Existen varias técnicas para combatir este tipo de fobia:
Técnica cognitivo-conductual (TCC)
Se basan en la reestructuración del pensamiento negativo que se tiene sobre las arañas para poder cambiar ese sentimiento y comportamiento. La bioretroalimentación, meditación, técnicas de relajación o tolerancia a la angustia, son parte de estas técnicas cognitivos-conductuales. Con ayuda de un profesional, se puede llevar a cabo de manera individual o en consulta.
Técnica de sensibilización
Son parte de las TCC pero merecen un apartado extra. Se caracteriza por ser la que más constancia necesita, pero también ha demostrado mayor eficacia respecto a las demás. Consiste en exponer de manera gradual al paciente frente a las arañas para que éste pueda ir tolerando su presencia y a su vez aprendiendo a controlar sus temores hasta hacerlos desaparecer.
Programación Neurolingüística (PNL)
La PNL es una combinación de psicoterapia, comunicación y desarrollo personal basada en la modificación de las habilidades o trastornos del aprendizaje. Es decir, se convertiría el miedo irracional frente a la araña en una conducta de calma y relajación.
Tratamiento farmacológico
Aunque debe ser la última opción por los efectos secundarios que pueden producir, los antidepresivos (ISRS), anticonvulsivos o ansiolíticos pueden servir como tratamiento para casos de extrema gravedad.
Realidad virtual
Gracias a la evolución de la tecnología, se han podido desarrollar procesadores de realidad virtual que exponen a los pacientes frente a representaciones de arañas de manera representativa con el fin de ir disminuyendo poco a poco los temores hacia estas.
¿Trauma infantil por una mordedura? Es importante que el paciente intente averiguar o determinar por qué le tiene pánico a los arácnidos. Esto puede favorecer mucho al terapeuta o psicólogo a la hora de decantarse por una terapia u otra, agilizando el tratamiento y por supuesto permitiendo obtener resultados más positivos.
La araña en la cultura popular
A lo largo de la historia se ha relacionado a las arañas con la paciencia, por su constancia a la hora de tejer las telas con el fin de esperar a que caiga una presa en ella para comérsela y por otro lado con la maldad por su veneno mortal.
Ya en el Antiguo Egipto, Grecia o la cultura maya hacían simbología de las arañas en su literatura, pinturas o alfarería y cerámica.
Aunque las arañas en la mayoría de los países causan repugnancia o cierto miedo, existen ciertas culturas, alejadas de la occidentalización como Indochina, Papua Nueva Guinea, ciertas partes de África y América del Sur o Caribe, donde los arácnidos forman parte de su cultura gastronómica. En concreto, es conocido el caso de la araña frita en Skuon (Camboya), donde las tarántulas fritas son un plato muy cotidiano.
En otras culturas, como los Lakota, unos indios nativos americanos, consideran a la araña como un símbolo de buena suerte.
Bibliografía
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- Graham C.L. Davey. Characteristics of individuals with fear of spiders. Journal: Anxiety Research Volume 4, Issue 4, December 1991, pages 299-314
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- Bouchard, S.; Côté, S.; St-Jacques, J.; Robillard, G.; Renaud, P. (2006). “Effectiveness of virtual reality exposure in the treatment of arachnophobia using 3D games”. Technology and Healthcare 14 (1): 1927.
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- Cooper, JC (1992). Symbolic and Mythological Animals. London: Aquarian Press. pp. 21415
FOBIA A LAS CUCARACHAS: SÍNTOMAS, CAUSAS Y TRATAMIENTOS
Partiendo de la base de que en nuestra empresa somos conscientes de las enfermedades, daños y trastornos que producen y causan estos insectos, la idea de esta publicación y de las siguientes es intentar ayudar a esas personas que lo pasan verdaderamente mal, y lo decimos desde la experiencia de llevar más de 30 años en el sector de Sanidad Ambiental (control de plagas) y el constatar el miedo y ansiedad con el que nos hemos encontrado en multitud de ocasiones con nuestros Clientes. Tanto si las tiene fobia como si no, si las detecta en sus instalaciones o en su hogar, no dude en llamar a Profesionales del Sector debidamente autorizados y tranquilícese, tenemos la solución.
Fobia a las cucarachas
La fobia a las cucarachas, llamada también katsaridaphobia, es un miedo irracional y persistente, siendo algo injustificado y muy debilitante para aquellas personas que sufren este trastorno.
La repulsión a este insecto puede deberse a múltiples factores: como su estructura anatómica, su capacidad para transmitir enfermedades, el hecho de que se alimenten de putrefacción o que algunas sean capaces de volar.
Para muchas personas, esta fobia puede derivar en un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), provocando un constante cuadro de inseguridad por miedo a que aparezca una cucaracha en cualquier momento.
Evitar sótanos o lugares oscuros, no fiarse de alojamientos de veranos o manías preventivas como evitar que las sábanas o cortinas toquen el suelo, limitan la vida cotidiana de los afectados.
“Cualquier movimiento en el suelo me da escalofríos, a veces me voy a la cama y pienso que cualquier ruido es una de ellas, me levanto y me paso toda la noche en vela pensando que en cualquier momento podría meterse entre las sábanas conmigo. El problema es que cuando estoy segura de que hay una en el cuarto, mi cuerpo no reacciona y soy incapaz de levantarme y matarla”.
Creemos que con esta cita real se entiende perfectamente lo que llegan a sufrir los individuos con horror a las cucarachas. A lo largo de este artículo le daremos nombre al problema, definiremos los síntomas y sus probables causas y desarrollaremos los posibles tratamientos y terapias. Si nos lees hasta el final podrás encontrar un apartado de curiosidades sobre este insecto que tantos quebraderos de cabeza da a tantísimas personas.
Definición
Mucha gente se pregunta cuál es el nombre técnico del miedo que se siente por las cucarachas. De momento lo más parecido sería katsaridaphobia, término anglosajón que todavía no ha sido aceptado en nuestro lenguaje.
Así pues, entomofobia podría ser la denominación más específica para el castellano. Sin embargo, habría que resalta que este término abarca el miedo a todo tipo de insectos, ya sea a las arañas y escorpiones (aracnofobia) polillas y mariposas (motefobia) o a las abejas (apifobia).
A su vez, la entomofobia se encuentra dentro de otro grupo de fobias más amplio, que abarca a todos los animales y se denomina zoofobia. Esta ya va desde el miedo a los perros (cinofobia) a los sapos (bufonofobia), entre otros.
Síntomas
Al igual que ocurre con otras fobias, dependiendo del grado de afección de la persona, los síntomas que se experimentan pueden ser de mayor o menor grado. Para ello hay que tener en cuenta el estado mental y otras características vinculantes del individuo.
Algunos de los síntomas más corrientes y destacados para este trastorno son:
- Nauseas y mareos
- Escalofríos
- Dificultad para respirar
- Ritmo cardiaco alto
- Sensación de ahogo o estrangulamiento
- Dolores o pellizcos en el pecho
- Entumecimiento
- Sudoración excesiva
- Dificultad para pensar, razonar o hablar con claridad
- Incapacidad para distinguir entre lo real y lo irreal
- Lloros y gritos
- Ataques de pánico
- Descontrol
- Parálisis, incapacacidad de moverse de manera instantánea y temporal
- Miedo excesivo
- Ansiedad
En este vídeo casero podrás ver algunos de los síntomas que padece una chica al ser consciente de que hay una cucaracha en una de las habitaciones de su hogar.
Como comentábamos antes, a veces el individuo puede desarrollar Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) el cual se refleja cuando pone todos los medios para garantizar que estos insectos estén fuera de su círculo más cercano. Para ello utiliza constantemente insecticidas o cepos en sus hogares, lleva a cabo barridos o cepillados constantes de alfombras, tapetes, electrodomésticos o el baño, etc.
Causas
Las razones para tener miedo a las cucarachas dependerán del individuo, tal y como ocurre con los síntomas. La aparición del trastorno puede llegar en cualquier momento de tu vida, por lo que nadie está libre de padecer esta fobia.
El motivo de ello es que, como las mayorías de las fobias, se pueden desarrollar tras sufrir un episodio traumático, algo a lo que estás expuesto de por vida.
Sin embargo, la inmensa mayoría de estos eventos suelen ocurren durante la niñez. Muy raro son los casos que se desarrollen en etapas adultas.
La causa evolutiva también está muy presente y está considerada por la comunidad científica. Nuestros antepasados prehistóricos estaban programados para mantenerse alerta ante posibles depredadores o enemigos que le robasen mientras dormían en cuevas, un sitio ideal para las cucarachas, las cuales adoran la calidez y la oscuridad para vivir.
El condicionamiento familiar es un tema que a día de hoy no pone de acuerdo a científicos. Mientras que algunos piensan que va ligado a la genética y que si se posee familiares con fobia a las cucarachas u otro insecto, este desarrollará con más probabilidades ese miedo, otros creen que simplemente es una respuesta condicionada por lo que observa en casa (experiencia negativa).
Tratamiento
Sea por la razón que sea, el miedo a las cucarachas tiene un cierto éxito en su cura por fortuna. La psicología y sus profesionales juegan y han jugado un importante papel y cada vez los métodos son más eficaces para su derogación.
El primer paso será sin duda ponerse en mano de un experto, el cual verificará primero si tu miedo a las cucarachas es una fobia o es simplemente una repulsión hacia ellas. Si de verdad sufres el trastorno, lo más probable es que sigas algunas de las terapias que te exponemos a continuación.
Técnica de sensibilización por la cual el afectado se verá expuesto gradualmente a su temor. Incluye mirar fotos de cucarachas, ver desde lejos una de ellas, tocar una muerta, quedarse solo con una de ellas, tocarla estando viva, etc. Es el método de superación más común en la entomofobia o zoofobia.
Consiste en la reestructuración del pensamiento negativo que se tiene sobre el elemento al que se le tiene verdadero miedo. Gracias a técnicas como la bioretroalimentación o ciertas técnicas de relajación, los pensamientos y comportamientos hacia las cucarachas se modificarán eliminando cualquier rastro de terror.
Programación Neurolingüistica (PNL)
La PNL tiene como finalidad llegar a la raíz de por qué se tiene miedo a la cucaracha. Como comentábamos anteriormente en el apartado causas, las razones pueden ser bien distintas, pero si nos acercamos al origen del trauma, podremos conseguir convertir el miedo irracional en una situación de calma y relajación.
Para ello, se llevarán a cabo una combinación de psicoterapia, desarrollo personal y comunicación que modificarán las conductas o habilidades del individuo que sufre el trastorno.
Uso de la realidad virtual
Desde no hace mucho, la realidad virtual está ocupando mucha relevancia en nuestra sociedad gracias al alto desarrollo que está experimentando. Pero esta aplicación no solo se emplea para el ocio, sino que también se pueden usar en el tratamiento de fobias y otras enfermedades mentales.
Concretamente, el Laboratorio de Psicología y Tecnología (LABPSITEC) de la Universidad Jaume I desarrolló en 2009 un sistema para el tratamiento del miedo a las arañas y las cucarachas a través de la realidad virtual.
Este sería parecido a la terapia de exposición, donde el paciente afronta el miedo de manera gradual junto a un terapeuta, pero con la diferencia de que se siente más seguro gracias a que todo es virtual.
Medicación
Solo se recurre a esta terapia en casos muy extremos, algo que suele ser raro. Si el paciente sufre ansiedad, ataques de pánicos de larga duración o graves y reacciones fueras de lo común que dañen la salud del afectado, si podría recurrirse a antidepresivos (ISRS), ansiolíticos o anticonvulsivos.
Con ellos, se podría mejorar el estado de pánico y producir una sensación de calma, pero también se arriesga a los posibles efectos secundarios que derivan de la ingesta de estos fármacos.
Curiosidades
- Existen más de 3500 especies de cucarachas.
- Las cucarachas miden alrededor de 3 cm a 7,5 cm. El caso más excepciones es la de una megaloblatta longipennisque llegó a alcanzar los 9,7 cm.
- Los primeros fósiles datan del periodo Carboníferos (354 – 295 millones de años). Desde entonces han cambiado muy poco.
- El 99% de las especies de cucarachas ni son plagas ni viven en hogares, sino en la naturaleza (hojas, troncos o desechos). Sin embargo, la mayoría de las personas se quedan con el restante 1%.
- En algunos países orientales y oceánicos los niños tienen cucarachas como mascotas.
- En Estados Unidos, el 40% de las fobias provienen del temor a los ‘bugs’( bichos). Las cucarachas ocupan las primeras posiciones junto a otros insectos como las arañas,
- polillas, saltamontes o escorpiones.
- Las cucarachas pueden superar hasta 15 veces más las dosis de radiación respecto a un humano.
- Pueden sobrevivir sin cabeza durante varias semanas hasta que mueren por inanición.
- El cantante y compositor Liam Payne, del grupo One Direction, tiene fobia a las cucarachas.
¿Eres tú también una de esas personas que no pueden aguantar estar en el mismo sitio junto a una cucaracha? ¡Cuéntanos tus experiencias con estos insectos!
Referencias
- http://www.labpsitec.uji.es/esp/index.php
- https://es.wikipedia.org/wiki/Blattodea
- https://es.wikipedia.org/wiki/Liam_Payne
FOBIA A LAS RATAS (MUSOFOBIA): SÍNTOMAS, CAUSAS Y TRATAMIENTOS
Partiendo de la base de que en nuestra empresa somos conscientes de las enfermedades, daños y trastornos que producen y causan estos animales, la idea de esta publicación y de las siguientes es intentar ayudar a esas personas que lo pasan verdaderamente mal, y lo decimos desde la experiencia de llevar más de 30 años en el sector de Sanidad Ambiental (control de plagas) y el constatar el miedo y ansiedad con el que nos hemos encontrado en multitud de ocasiones con nuestros Clientes. Tanto si las tiene fobia como si no, si las detecta en sus instalaciones o en su hogar, no dude en llamar a Profesionales del Sector debidamente autorizados y tranquilícese, tenemos la solución.
Fobia a las ratas
La fobia a las ratas o musofobia es el miedo excesivo, aversión y rechazo a las ratas o ratones. Tradicionalmente se vinculan con suciedad, podredumbre, y graves enfermedades.
Las personas que tienen fobia a las ratas experimentan terror y repulsión ante la presencia real o imaginada de éstas. Además, su miedo es desproporcionado e irracional respecto al peligro real que suponen estos animales.
Alguien con una fobia severa a las ratas puede llegar a evitar ciertos entornos, e incluso dejar de hacer las actividades que antes hacía. De esta forma su fobia acaba afectando a su día a día, dando lugar a problemas en los ámbitos laboral, social y personal.
También puede llamarse musofobia o surifobia (del francés “souris”, traducido como “ratón”), en el caso en el que el miedo intenso aparezca ante los ratones.
En cambio, si el miedo es a ratones y ratas indistintamente se utiliza “muridofobia” o “murofobia”. Este término se deriva de la subfamilia “Murinae”, que abarca unas 519 especies de roedores.
¿Cómo se diagnostica la fobia a las ratas?
En condiciones normales, no es extraño que la mayoría de personas consideren a las ratas desagradables. Sin embargo, la fobia es una respuesta de miedo más intensa y exagerada de lo normal.
Para diagnosticarla, se suelen utilizar los criterios de fobia específica del DSM-V. A continuación, se describen adaptados al caso de las ratas:
A- Miedo o ansiedad intensa ante un objeto o situación específica (en este caso, a las ratas). En los niños, se observa a través de llanto, rabietas, paralización o aferrarse a alguien.
B- Estos animales siempre o casi siempre provocan miedo o ansiedad de forma inmediata.
C- Se evita el objeto fóbico o hay una resistencia activa a enfrentarlo, acompañado de ansiedad intensa o miedo.
D- El miedo o ansiedad es desproporcionado para el peligro real que plantean las ratas, al igual que su contexto sociocultural. En la mayoría de culturas las ratas están mal vistas, por lo que la ansiedad debería ser muy elevada (comparada con la reacción negativa normal) para considerarse patológica.
– Este miedo, ansiedad o evitación es persistente, y su duración debe ser de seis meses o más.
E- El miedo, ansiedad o evitación provoca un malestar clínicamente significativo o un deterioro social, laboral o en otros ámbitos importantes del funcionamiento del individuo.
F- Esta alteración no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental, como los debidos a la agorafobia, al trastorno obsesivo compulsivo, al trastorno de estrés postraumático, a la ansiedad social…
Prevalencia de la fobia a las ratas
Existen pocos datos sobre la prevalencia exacta de la fobia a las ratas.
Lo que sí se conoce es que la edad de inicio de las fobias a los animales en general suele ser entre los 7 y 9 años, aunque algunos autores hacen distinciones entre el comienzo del miedo y de la fobia. Por lo general, pasan unos 9 años entre la aparición del miedo y el de la fobia (Bados, 2009).
Según Stinson et al. (2007), la prevalencia global de la fobia a los animales fue del 4,7%. Además, parece ser más frecuente en mujeres, constituyendo éstas entre el 75 y el 90% de los fóbicos a los animales.
Causas de la fobia a las ratas
Las fobias son aprendidas, aunque su origen parece encontrarse en los miedos básicos propios de la evolución filogenética de los humanos.
Hay estímulos que tienden a provocar fobias más fácilmente que otros, como las ratas. Esto se explica con la teoría de la preparación biológica, que defiende que es más probable desarrollar el miedo a estímulos que han representado filogenéticamente una amenaza para la supervivencia de las especies. Ya sea por ataques o por contagio de enfermedades, causando al fóbico tanto miedo como repugnancia (Bados, 2009).
A esto se le suman las variables socioculturales que tienen gran peso en el caso de las ratas. Esto es porque las ratas suelen despertar una preocupación racional acerca de la contaminación de los alimentos y la transmisión de enfermedades. Por lo que es normal que prácticamente en todos los tiempos, lugares y culturas exista un rechazo generalizado hacia ellas.
Estas creencias generales se transmiten a las nuevas generaciones de muchas formas diferentes. Hasta en los libros, películas y dibujos animados (caricaturas) se plasman a otras personas atemorizadas o asqueadas por las ratas.
Principalmente suelen ser mujeres, a pesar de que esta condición está presente en ambos sexos. Quizás este motivo, unido a muchos otros, facilitan que las mujeres tiendan a tener esta fobia con más frecuencia que los hombres. Ya que han aprendido a través de diversos medios, que una mujer “debe” asustarse ante la aparición de una rata, y no enfrentarla.
La fobia a las ratas puede originarse por una primera respuesta de sobresalto (o “susto”) ante la aparición inesperada del animal. Si esta experiencia se vincula directa o indirectamente con aspectos negativos o desagradables, es posible que el miedo se instaure y poco a poco crezca hasta convertirse en fobia.
Por tanto, se produce un fenómeno conocido como “condicionamiento clásico” en el que la persona siente miedo de la rata al crear una asociación entre la rata y un evento negativo que experimentó al mismo tiempo (encontrar al animal comiéndose su comida, dentro de su cama o haberle hecho daño o asustado).
Esto se comprobó en el famoso experimento psicológico de John Watson, el padre del conductismo. Quería saber si los miedos eran innatos o se aprendían, y para comprobarlo seleccionó a un bebé de ocho meses conocido como “el pequeño Albert”.
Presentó ante él una rata, sin producirse ninguna reacción de miedo. Luego, compaginaban la presentación de la rata con un fortísimo ruido que atemorizaba a Albert. Tras pocas repeticiones, el bebé sentía pánico con sólo ver la rata.
Por otro lado, se puede aprender el miedo a las ratas a través de la observación. Por ejemplo, ver a tus padres aterrorizados ante la presencia de una rata u observarlo en una película.
Otro modo de adquirir esta fobia es a través de la transmisión de información amenazante, como anécdotas, historias, o avisos de los padres sobre los peligros de las ratas.
Como vemos, las causas de una fobia son muy extensas, variadas y complejas. Interactúan entre sí y se unen con otras variables como la personalidad del individuo, temperamento, sensibilidad al estrés, susceptibilidad al asco, apoyo social, expectativas, etc.
Síntomas de la fobia a las ratas
Los síntomas pueden variar según el nivel de miedo que posea la persona fóbica. El conjunto de síntomas más característico de la fobia a las ratas es el siguiente:
– Fuerte temor o ansiedad ante la aparición real o imaginada de la rata. El miedo está acompañado por una sensación de asco o repugnancia, aunque parece predominar el temor.
– Miedo intenso, rechazo y asco ante los sonidos emitidos por una rata, sus propiedades táctiles y su apariencia física.
– Reacciones fisiológicas: ante la presencia de una rata, se activa en los fóbicos el sistema nervioso simpático que da lugar a aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la presión sanguínea, temblores, respiración rápida y superficial, sudoración, etc.
También se acompaña de activación parasimpática, que ocasiona los típicos síntomas de asco como reducción de la temperatura de la piel, boca seca, náuseas, mareos, o malestar gastrointestinal.
En casos más graves, estas reacciones aparecen, aunque algo más suaves, ante la imaginación de la rata, o la visualización de un vídeo o una foto donde aparece.
– Las reacciones cognitivas suelen ser pensamientos negativos de anticipación. Suelen ser muy rápidos y la persona apenas es consciente de ellos. Normalmente los fóbicos imaginan incontrolablemente situaciones temidas, como el movimiento o acercamiento de la rata, ésta trepando por su cuerpo, mordiéndole, etc.
Es posible que en el plano cognitivo el individuo también tema a otras situaciones asociadas o referentes a su miedo exagerado, como miedo perder el control, a hacer el ridículo, hacerse daño, sufrir un ataque cardíaco, desmayarse, o tener una crisis de pánico.
Al mismo tiempo, aparecen otros pensamientos, como buscar la manera de huir o evitar que se produzcan las situaciones fóbicas imaginadas. Esto da lugar a las reacciones conductuales.
– Reacciones conductuales: se trata de comportamientos de búsqueda de seguridad o defensivos que tienen el objetivo de prevenir o disminuir las supuestas amenazas y reducir la ansiedad.
Algunos ejemplos serían escapar, situarse cerca de la puerta para huir más rápido, evitar pasar cerca de alcantarillas o tiendas de animales, pasar el menos tiempo posible un lugar donde en el pasado han visto a una rata, pedirles a otros familiares que tiren la basura para no acercarse a los contenedores, etc.
Generalización de la fobia
Normalmente todas las fobias experimentan un fenómeno llamado “generalización”. Esto significa que las respuestas de terror y ansiedad comienzan a aparecer también ante estímulos parecidos al fóbico. De esa manera, los miedos se van extendiendo a situaciones y estímulos que anteriormente no lo provocaban.
Por ejemplo, una persona puede tener miedo exclusivamente a tener una rata cerca suya. Más adelante, puede sentir ansiedad con sólo ver una foto o imaginar su presencia. Incluso es frecuente que al cabo del tiempo los síntomas aparezcan ante otros roedores similares.
En el famoso experimento del pequeño Albert que anteriormente mencionamos, también se observó el fenómeno de la generalización. Una vez aprendido el miedo a las ratas, comenzó a mostrar las mismas conductas de miedo ante la presentación de un conejo, un perro y un abrigo de piel.
Nuestro mecanismo de aprendizaje nos permite relacionar los elementos parecidos al temido, con el objetivo de reaccionar a éstos y mantener nuestra integridad y supervivencia. Aunque en este caso, no es adaptativo y cada vez potencia más el miedo a las ratas.
También se sabe que, evitar los lugares donde puede haber ratas, huir de ellas, o no ver vídeos o fotos donde aparezcan; se consideran conductas que magnifican el miedo y que aumentan el proceso de generalización de la fobia. Como se explicará más adelante, la mejor manera de tratar la fobia a las ratas es a través de la exposición.
Tratamiento de la fobia a las ratas
A diferencia de otras fobias, como la claustrofobia o la fobia a la sangre o heridas, no se suele buscar tratamiento para la fobia a las ratas. El motivo es que esta fobia normalmente no impide una vida normal, sobre todo si el fóbico se mueve por lugares donde raramente coincide con ratas.
Es más frecuente que soliciten tratamiento aquellas personas que están “obligadas” a permanecer en un entorno donde estas criaturas pueden aparecer con algo más de frecuencia. Por ejemplo, en ciudades calurosas, o en lugares donde hay basura o comida.
Por otro lado, si el individuo pasa mucho tiempo expuesto a las ratas, como trabajar en una tienda de animales, lo más normal es que no desarrolle la fobia o que, si existe un miedo inicial, se suprima.
Sin embargo, es importante que las fobias se traten porque si no, es posible que se generalicen o se hagan cada vez más fuertes.
La mejor forma de superar la fobia a las ratas es a través de la exposición, principalmente en vivo. Aunque también puede hacerse exposición imaginada, con realidad virtual o con una combinación de éstas.
En primer lugar, la persona fóbica debe elaborar, con ayuda del psicólogo, una lista ordenando de menor a mayor miedo todas las situaciones fóbicas que teme.
Esta lista jerárquica debe ser personalizada y estar lo más detallada posible. Por ejemplo, puede ir desde “ver un vídeo sobre ratas” hasta “encontrarme una rata dentro de mi despensa de comida” dependiendo de los miedos concretos que cada persona tenga.
Una vez identificadas estas situaciones que producen miedo, van a intentar provocarse, pero bajo un contexto seguro, con menor intensidad y estando el paciente lo más relajado posible.
El objetivo es que se produzca la extinción de las respuestas condicionadas de ansiedad, al presentarse de manera repetida el estímulo fóbico (la rata) sin las consecuencias aversivas o desagradables.
Así, la persona puede exponerse relajada a ver primero imágenes de crías de ratones adorables, pasando por vídeos donde la rata se ve con poco detalle y de lejos, luego ver a una rata dentro de una jaula, etc.
El secreto es ir poco a poco aumentando la dificultad hasta que el miedo vaya desapareciendo. Un fenómeno llamado habituación, que consiste en “acostumbrarte” al estímulo fóbico a través de exponerte a él, va reduciendo la activación fisiológica y emocional ante dichos estímulos.
Normalmente la exposición puede complementarse con técnicas de relajación, sobre todo en personas que tienen niveles muy elevados de ansiedad.
En el caso en el que los fóbicos sean reacios a la exposición en vivo, se puede utilizar la exposición en imaginación, que es un poco menos efectiva, o a través de realidad virtual.
En la primera, después de una sesión de relajación, el paciente debe esforzarse para imaginar con total nitidez y detalle las situaciones temidas que el psicólogo le va a relatar. Al igual que la exposición en vivo, ésta también se hace como una jerarquía.
En cuanto a la realidad virtual, es un método relativamente reciente que está dando muy buenos resultados para las fobias. Es posible personalizar el programa para adaptarse a las fobias a las ratas, y es más atractivo que otro tipo de exposición para la mayoría de los pacientes.
Referencias
- American Psychiatric Association (APA). (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-V).
- Bados, A. (2005). Fobias específicas. Barcelona. Universidad de Barcelona. Recuperado el 16 de noviembre de 2016.
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- Stinson, F. S., Dawson, D. A., Chou, S. P., Smith, S., Goldstein, R. B., Ruan, W. J., & Grant, B. F. (2007). The epidemiology of DSM-IV specific phobia in the USA: results from the National
- What is Muriphobia?(s.f.). Recuperado el 16 de noviembre de 2016, de Common Phobias.
- You Can Stop Your Fear Of Rats. (s.f.). Recuperado el 16 de noviembre de 2016, de Just Be Well.
CUCARACHAS, UNA FUENTE DE ENFERMEDADES EN EL HOGAR
Estos insectos son portadores de 40 especies de bacterias patógenas asociadas con virus, hongos, helmintos y protozoarios.
¿Tiene cucarachas en su casa? Sepa que está ante una de las especies más primitivas y antiguas de la tierra. Hay registros de fósiles de estos insectos de más de 300 millones de años. Pero no es una reliquia para presumir, por el contrario, es un foco de males para su salud.
Un bicho resistente
Las cucarachas se encuentran infestadas por alrededor de 40 especies de bacterias patógenas, y también están asociadas con virus, hongos, helmintos y protozoarios.
La cucaracha transporta gérmenes que pueden permanecer viables en su tubo digestivo y excrementos durante semanas. La transmisión de gérmenes se puede dar por regurgitación de alimentos, por contacto con sus extremidades o por depósito de excrementos.
Detecte y elimine
La mejor forma de evitar que las cucarachas aniden en su casa es eliminando el acceso de estos insectos a los alimentos y al agua. Igualmente, debe mantener unas condiciones de limpieza y almacenamiento muy pulcras, para que estas no hallen un sitio cómodo.
Las cucarachas son primordialmente nocturnas, por lo que si detecta una durante en el día, es probable que su casa esté infestada.
Plaga agresiva
Se estima que una sola cucaracha puede tener 800 crías en un año y a estas crías les toma seis semanas para poder poner sus propios huevecillos.
En nuestro país existen tres especies principales de estas: la cucaracha alemana, la oriental y la americana. Las tres tienen diferencias, pero algo en común: son fuente de enfermedades.